Uniforme de canis y adictos al deporte, atuendo predilecto de nuestros padres en los 80, y la comodidad materializada en algodón: el chandal. Podrías combinarlo con cadenas de oro, con zapatillas de deporte, con gorras, cardados imposibles e incluso con pelos en el pecho, pero serías un anticuado.

El chandal es trendy y Chanel no puede hacer nada para evitarlo. Muchas de las marcas punteras se han negado a incluirlo en sus colecciones pero nosotros ya nos hemos dejado llevar por su encanto. Cansados de llevar prendas imposibles, ahora premiamos la comodidad elegante. Estamos ante el reajuste de la palabra chandal, que deja de verse como ropa deportiva y empieza a lucirse en cualquier evento glamuroso.

La revolución del sporty chic se labra un hueco en el cuaderno de normas del buen vestir y con él se instaura una nueva tendencia: «el athleisure». Athletic (atlético) + Leisure (ocio), o lo que es lo mismo, el sport y el ocio van de la mano y se complementan como nunca antes lo habían hecho.

Todo se remonta a la fiebre vintage de hace tres años, cuando las coloridas prendas de nuestros padres invadieron los armarios de todos. ¿Quién no ha rescatado esos chandals de yonki o se ha ido a comprar uno al mercadillo? Sólo nos atrevíamos con las partes de arriba, eso sí. Añadir la parte de abajo era para los que vivían sin límites.

El chándal comenzaba a ganar protagonismo, tanto, que vislumbraste algo como nunca antes lo habías hecho: ¿Por qué molaba tanto la ropa de ‘El Príncipe de Bel-Air’? ¿Como no te diste cuenta antes? Todos queríamos ser como él, y una nueva ola de imitadores del actor del momento Will Smith se apresuraba a inundar las calles.

Parece ilógico ver como una prenda tan contraria al status elevado sea incluida dentro de las pasarelas más importantes del mundo. Ahora tienes derecho a combinar tu chandal con camisas y tacones. También llevarlo a un cocktail y a una gran fiesta.

Y es que la industria textil ha sabido captarlo en el momento perfecto. Porque esta tendencia triunfa en dos vertientes: la chic y la runner. ¿O es que no os habéis dado cuenta de que últimamente el running triunfa más que la fiesta y la coca cola? La humanidad al completo parece haber sustituido las noches de desenfreno con gin tonics por la vida healthy. Pero llevar este estilo de vida no es fácil e implica muchos sacrificios personales. Entre ellos está acostarse temprano para salir a primera hora de la mañana (incluidos Domingos), a correr con tu chandal de Nike o Adidas. Además, deberás compartir el kilometraje en Instagram o Facebook y hacerte una buena ensalada de aguacate, la que posteriormente publicarás también por dichas redes sociales. Dejarás de salir tanto de fiesta y sustituirás tu discoteca favorita por el gym. La vida sana se lleva, y el chandal la acompaña en su travesía.

Aprovecha que la comodidad está de moda. El chandal es la prenda estrella y el centro de atención este año. Ha desbancado al traje y nosotros seguimos su dictado. ¡Suit up my friend!