Con cara de no haber roto un plato en su vida, el nombre de Flume irrumpió como un soplo de aire fresco en 2012. Bajo este seudónimo se escondía Harley Edward Streten (1991, Sydney), un veinteañero australiano con una personalidad sonora tan personal como arrolladora, capaz de conseguir que su debut homónimo con Future Classic llegara al doble platino en su isla natal. Crítica y público se rindieron desde entonces ante un productor que era abrazado de la noche a la mañana, como uno de los mayores nuevos talentos de la electrónica internacional.
Unos cuantos años después, nos topamos con Flume en la capital de España. Está en la ciudad -Madrid- para participar en el festival Mad Cool, primera parada de una larga gira mundial que le mantendrá ocupado todo el verano y le llevará a Canadá, Nueva Zelanda, Australia y EEUU. Nos recibe horas antes, en la zona de backstage, con la excusa del reciente lanzamiento de su nuevo disco, Skin (PIAS). Al verlo, lo primero que nos llama la atención es su aspecto. Su mirada transmite lo mismo que aquel chaval que iniciaba su carrera hace cuatro años, aunque como él mismo nos dijo, el éxito y sus excesos le hayan cambiado bastante. «Creo que al principio de mi carrera, ese éxito repentino hizo que me creciese un poco el ego. El primer contacto con el éxito es un poco turbulento… Ahora creo que he encontrado un equilibrio tras muchas subidas y bajadas e intento tomármelo más como un trabajo que como una fiesta constante. La diferencia más grande es que ahora me siento adulto…»
Lo cierto es que entre aquel debut homónimo y este Skin, ha pasado quizás demasiado tiempo. No es habitual en los tiempos que corren, que un artista se tome tanto tiempo en regresar, y menos después de un debut como el suyo. Pero cuando tienes 20 años y llegas al éxito de manera tan repentina puede que resulte inevitable tropezar con ciertas piedras. «Cuando grabé mi primer álbum no estaba tan ocupado como ahora. Tenía un trabajo a tiempo parcial y hacía música por diversión. Cuando grabé el segundo, no paraba de actuar en festivales de todo el mundo intentando ganarme un público y construyendo la marca Flume; todo eso requiere mucho tiempo y energía, y a la vez sales de fiesta, tienes resacas, vas de hotel en hotel y de aeropuerto en aeropuerto… y al final no haces música. Es divertido pero no es muy productivo». Aunque en su caso, le sirvieron para aprender un valiosa lección e iniciar un fructífero cambio de rumbo. «Llegó un momento en que me di cuenta de que no había compuesto nada nuevo durante casi dos años; me lo había pasado bien, pero no tenía nueva música entre manos y toda esa situación me puso muy tenso. Tuve que hacer una parada y comenzar a componer, con cierta presión porque mi primer proyecto tuvo algo de repercusión; mis seguidores tenían expectativas y yo también. Había que alcanzar un cierto nivel, mientras que en el primer disco no había ningún tipo de presión ni objetivos concretos. Ha sido un proceso largo por todas esas circunstancias pero me alegro de haber tenido paciencia; podría haber editado algo antes, aunque no creo que el resultado hubiese sido el mismo».
«ES UN MOMENTO COMPLICADO PARA SOUNDCLOUD Y ES UNA PENA. LOS GRANDES SELLOS ESTÁN TOMÁNDOLO POCO A POCO Y CREO QUE ESO CONTRADICE UN POCO SU ESENCIA. ES UN LUGAR ESTUPENDO PARA LA MÚSICA Y LE DEBO MUCHO»
En este punto de nuestra conversación resulta fácil comenzar a hablar de su reciente Skin. Un álbum que seguro habrá sorprendido a su parroquia habitual, y puede que acerque su trabajo a plazas más neutras, incluso a las alejadas de la electrónica. Le hablamos de la fuerte presencia de las aportaciones vocales, y del aroma Pop que transmite el disco y por una vez, parece que hemos acertado. «Tienes razón, es un proyecto más pop (…) He querido probarme a mí mismo y comprobar si soy capaz de componer canciones de verdad sin limitarme a hacer meros beats. He disfrutado mucho en el proceso, experimentando, y quizá por eso ahora me apetece volver un poco a mis orígenes más instrumentales. Este proyecto está alcanzando un público más amplio y mi música suena en emisoras de radio convencionales, sobre todo en Norteamérica. Para mí es algo totalmente novedoso».
Aunque nos hable de la radio, Flume parece tener muy claro que internet y el directo siguen siendo los terrenos más apropiados para crecer un artista de su perfil. «En mi caso, creo que Internet sigue siendo el mejor lugar para promocionar mi música. Los servicios de streaming tienen mucha influencia hoy día aunque la radio sigue siendo relevante; en cierto modo hay que seguir su juego pero intento no pensar demasiado en ello. Hago la música que hago y pasará lo que tenga que pasar; me siento afortunado con la acogida que está teniendo este proyecto. He volcado muchas energías en él y luchado durante mucho tiempo; tener la oportunidad de presentarlo en vivo y ver que al público le gusta es algo que me llena muchísimo».
Prefiero las voces femeninas para las melodías. En mi opinión, funcionan mejor en mis producciones por su frecuencia más aguda
FLUME
Además de esos matices Pop, otra de las cosas que más llama la atención de su nuevo trabajo es ver pasearse por el tracklist a algún que otro rapper que seguro, casi nadie esperaba invitado a esta fiesta. «Creo que mi música funciona muy bien cuando entra en escena un rapper. He hecho muchas cosas con influencia hip-hop, por lo tanto para mí ha sido una evolución natural trabajar con MCs. Siempre he creado mucha música instrumental y pensé que contar con rappers sería divertido. Además, ahora he tenido acceso a algunos artistas a los que antes no podía llegar; he trabajado con gente de la que me declaro fiel seguidor».
Si eres de los que esperabas a un Young Thug cabalgando sobre sus ritmos, puede que te lleves una sorpresa escuchando a todo un veterano como Raekwon en el tema «You Know». «Para mí también fue una sorpresa. Mi intención era crear algo con un toque cinematográfico pero que a la vez sonase hip-hop. Hice cosas con Allan Kingdom, y pensé en hacer más cosas con MCs. Mi mánager se puso a trabajar y surgió el nombre de Raekwon; de inmediato dije que me encantaría colaborar con él… ¡No voy a descartar a alguien así!. Hizo un trabajo estupendo y me siento muy feliz con el resultado final». Aunque si hablamos de colaboraciones, no hay duda que la de Beck en «Tiny Cities» (último corte del álbum) es la que ha atraído las miradas de todo el mundo. Flume nos contó como se gestó su participación en el disco. «Conectamos en Los Ángeles e intercambiamos ideas. Fui a su casa y me llevé el ordenador portátil; le puse varias maquetas y cantó aquí y allá. Grabé todo lo que hizo y más tarde lo troceé. Así empezó la canción».
Quien sabe, puede que en realidad el escoger a MCs como Raekwon o Vic Mensa, y hacerlos convivir junto a alguien como Beck, sea una manera más de diferenciarse del resto. Y es que desde su primer EP (Lockjaw) el sonar único, el ser diferente, da la sensación de haber sido una de sus grandes obsesiones. Sus ojos brillan de satisfacción, cuando le decimos que con Skin ha vuelto a lograrlo. «Suelo comparar mis canciones con otro material pero intento aislarme un poco para no recibir excesiva influencia de ciertos sonidos. Para mí, lo más importante en la música es tener tu propia identidad sonora. Ha sido un poco difícil, ya que tras mi primer álbum hay gente que se influenció en mi sonido (sonríe), o me copiaron un poco si te digo la verdad. Si hay algo que tiene éxito, la gente se sube al carro inmediatamente y por eso ha sido un poco complicado: no podía repetirme a mí mismo porque entonces sonaría como el resto. He experimentado bastante y me alegra que digas que este proyecto suena fresco porque para mí es muy importante tener un sonido propio. Y creo que el público también sabe apreciarlo; aunque tu música no sea la mejor que existe, si suena diferente al resto, llama la atención del público».
«HAY MUCHA MÚSICA EDM EN ESTE MOMENTO Y NO ME GUSTA TODO LO QUE SE HACE EN ESE CAMPO. PERO EN NORTEAMÉRICA ME CONSIDERAN EDM… ASÍ QUE PARECE UNA ETIQUETA INMENSA QUE LO ENGLOBA TODO. SIENTO CURIOSIDAD POR VER QUÉ VA A PASAR CON ELLA, AUNQUE PARA MÍ ES MÚSICA ELECTRÓNICA SIN MÁS»
El como se etiquete su música no le importa lo más mínimo, y menos todavía el que haya medios que aún hoy se empeñen en meterle en el maltrecho saco de la EDM. Lo curioso es que si le preguntas, no duda en afirmar que lo suyo no tiene nada que ver, ni siquiera, con la música dance. «No es algo que me preocupe. Nunca he considerado a Flume como música dance porque ésta se basa en los bombos a cuatro, está orientada al house, al techno, y no creo que mi música se encuadre ahí. Aunque la gente baila con ella y me parece genial; si no, los conciertos no serían tan divertidos».
Los remixes son otra de sus especialidades. Y tras reinterpretar el trabajo de artistas como Arcade Fire, Lorde o Sam Smith era obligado saber cuál ha sido hasta ahora su favorito. El australiano no dudo un segundo a la hora de escogerlo. «El remix para el tema ‘HyperParadise’ del dúo australiano Hermitude. Es mi favorito porque tiene una intensa energía, y creo que es difícil conseguir una canción con tanta energía pero a la vez con melodía. Creo que capturé ambas cosas: la melodía y la potencia sin olvidar el interés».
Concluimos nuestra charla hablando del futuro, y lo único que parece tener claro es que no tardaremos tanto tiempo en volver saber de él. «No tengo ni idea ni sé cómo sonará mi próximo proyecto. Solo sé que voy a seguir componiendo, no quiero que me pase lo mismo que la última vez. Tengo idea de publicar nuevo material dentro de no mucho tiempo y veremos qué pasa. Me apetece colaborar con otros productores porque hasta ahora he hecho muchas colaboraciones vocales. Con este álbum quería llegar a un público más amplio y pienso que lo he conseguido sin renunciar a lo que de verdad es Flume; he ofrecido momentos muy pop pero también hay momentos más oscuros. Creo que un artista puede y debe hacer todo: temas pop, música experimental o ambiental…»