Entrevista a Beatriz Luengo
BEATRIZ LUENGO / Sony Music Spain

Esa eterna sonrisa que dibuja su cara sigue siendo la misma que vimos por primera vez en aquella serie televisiva adolescente llamada ‘UPA Dance’ y con la que Beatriz Luengo enamoró a media España…incluyendo a Yotuel Romero, componente del grupo cubano Orishas. La música les unió (su hijo se llama D’Angelo) y son muchas las canciones que han creado juntos; Beatriz cantando y componiendo, Yotuel rapeando y en la producción… Ambos han sabido convivir con el éxito y no parar de moverse hasta encontrar su lugar. Asentada en Miami, la artista madrileña se ha convertido en una reconocida letrista dentro de la industria latina; tiene un Grammy Latino por «La Mordidita» de Ricky Martin. Tampoco ha olvidado lo de bailar y cantar. En Cuerpo y Alma (2018, Sony Music Spain), su nuevo disco, muestra todo lo que lleva dentro cuidando al máximo lo que dice y cómo lo dice. Ella decide cómo hacer las cosas.

 

UMOMAG.com: El baile siempre ha estado muy presente a lo largo de tu vida. ¿Tenías claro que sería un medio de expresión clave en este nuevo álbum?

Beatriz Luengo: Total. Desde el principio que íbamos a hacer Cuerpo y Alma, porque Cuerpo es mi necesidad de movimiento, así me lo establecí en mi mente porque la tengo; yo no voy a un gimnasio, yo bailo. El baile es mi vida. Estoy en un disciplina de baile profesional desde los 6 años, estudiando una carrera. Yo soy baile. Se me olvida de tan incorporado que está en mí. Tuve claro que al hacer la propuesta Cuerpo y Alma, Cuerpo venía acompañado de una parte visual importante. Ya estamos preparando un dance video de “Postureo”. He contado con el coreógrafo que quería, de la manera en la que está conceptuado en mi mente. Por ejemplo en el caso de “Caprichosa” tiene mucho de africano. Me gusta mucho mezclar lo masculino con lo súper femenino, el punto ahí que no sabes si es hombre o mujer y que todo el mundo pueda bailarlo sin problema, que tú como mujer hagas unos ciertos pasos ni que tampoco como hombre hagas otros. Hay más haya dentro del concepto del movimiento y por eso es importante para mí.

UMOMAG: Este disco tiene como dos caras, una más urbana y bailable, y otra llena de baladas y colaboraciones masculinas. ¿Cómo te planteaste este nuevo trabajo? ¿De ahí lo del título de Cuerpo y Alma?

BL: Es un ejercicio que he hecho como compositora, porque en los últimos años he estado componiendo; cinco años de sesiones diarias con artistas urbanos y artistas balada. El proceso de creación es súper diferente. He estado escribiendo para Wisin, Ozuna, Daddy Yankee, pero también para Orishas, Sensato. Y de repente en el mundo balada desde Diego Torres, Rubén Blades… La cosa es que de repente me di cuenta que había un punto creativo totalmente diferente. En los temas urbanos siempre partes del beat. Eso te da una perspectiva muy diferente de lo que va a venir de la canción, desde el fraseo que ya lo haces muy rítmico para no perder nunca la cadencia hasta de lo que hablas; en una canción bailable yo quiero escuchar empoderamiento, me levanto por la mañana y quiero proyectarme hacia lo más cool, sexy o cosas así como que me inviten…cosas positivas y casi hasta de guapería. Sin embargo, en la parte Alma partes de los sentimientos, de algo emocional que te ha pasado, de una brecha, herida, una frustración y partes de los instrumentos más románticos y orgánicos (guitarra, piano), incluso hasta en los acordes; lo urbano va en acorde mayor, la balada va en acorde menor (si tiras por un sentimiento triste).


UMOMAG: Una de las colaboraciones nacionales del disco, además de la de Mala Rodríguez en «Caprichosa», es la de Brisa Fenoy en «Amarrao» producida por Alizzz. ¿Cómo ha sido trabajar juntas?

BL: Adoro a Brisa. Nos conocimos el día que la grabamos en el estudio, pero me gustaba su música, su propuesta. Yo no he tenido la suerte de que me hayan dado muchas oportunidades y sí que he tenido artistas que por detrás era como “me encanta lo que estás haciendo”, pero no tenía la oportunidad de que un artista me diera la oportunidad de estar en tu disco. Creo mucho en el karma, en las energías y en el que hay que dar para recibir. En este álbum me da la oportunidad Alejandro Sanz de cantar un tema como “Ojos de Mandela” y entonces yo veo a Brisa, que es una propuesta que me encanta y es una chica sacando adelante su material y me parecía genial decir como ahora “te invito a que estés en mi disco”, y tengo la suerte de que lo saco físico entonces ya eso es una oportunidad genial. Hoy en día salen muy pocos disco físicos y me encanta cuando me escriben en Instagram desde Colombia, Venezuela o Argentina diciéndome “me encanta el tema de Brisa, no la conocía, la estoy empezando a seguir”. Al final esto es una cadena de darnos a conocer y ayudarnos. Me encanta mucho que sea mujer, que sea urbana, que sea una propuesta… Brisa es muy guay porque se mantiene en lo que ella cree y pienso que eso es lo que le va a llevar lejos. Y por eso está en mi disco, porque la admiro mucho en todos los sentidos, como mujer, como propuesta y como discurso.

UMOMAG: ¿Sería posible una álbum conjunto entre Beatriz Luengo y Yotuel Romero?

BL: Yo hace quince años, con mi primer disco, ya de diez canciones en siete rapeaba Yotuel. Me hace gracia porque ahora todo el mundo busca raperos. Fíjate, te voy a dar un dato, para sonar en radio me decían “tienes que quitar el rap” y yo siempre decía “no lo voy a quitar” y no soné. Era la rebelde mi compañía de discos (risas). Es absolutamente funcional el rap, forma parte de la canción. Desde mi primer single “Hit Lerele” en Francia siempre vino Yotuel conmigo, con “Como Tú No Hay Dos” también. En su disco en solitario con “Pórtate Mal”. El otro día estábamos calculando…porque ahora Orishas tiene nuevo disco y hay tema conmigo que es “Havana 1957” y en este disco yo tengo “Sabor, Sabor”, y digo Yotu “tenemos ya como siete temas juntos”, que han sido singles además y es muy guay. Llegará un momento que a lo mejor nos planteamos un concepto, pero sí dentro de alguna locura que nos encerráramos unos meses y pensáramos cómo encontrarnos, que no es lo mismo encontrarse en una canción que en un álbum entero. Y que yo soy muy fuerte con mis ideas y él también. Nos llevamos muy bien porque cada uno manda en lo suyo. Yo no sé cómo sería los dos mandando en un proyecto (risas). Pero sí, sería muy guay. Yotuel y yo nos entendemos a la perfección.

UMOMAG: Como bien comentas, Orishas también están en tu nuevo disco, versionando además un clásico de Rosario como «Sabor, Sabor» y dándole un toque muy sabroso en todos los sentidos.

BL: Esto viene porque nos encanta del hip-hop americano que usan samplers. Y siempre digo, “teníamos que hacerlo nosotros también”, agarrar un estribillo y hacerte un rap en los versos. “Sabor, Sabor” de Rosario siempre me pareció una canción que tenía una vuelta con los alimentos y la sensualidad, que se podía jugar muy bien. Agarramos ese estribillo y hemos hecho todo los versos comparando lo que te provoca una persona con los alimentos, y me parecía divertido hacerlo con Orishas, sobre todo porque es darle más vuelta todavía. A lo mejor si lo hubiera hecho yo, que soy española, y hubiera sido un poco más evidente. Me parecía que darle el toque cubano la hacía más especial.

UMOMAG: ¿Ha sido casualidad que tu disco y el de Orishas haya salido casi al mismo tiempo?

BL: Ha sido tan casual que íbamos a salir el mismo día. Y es muy fuerte porque yo llevo seis años con este disco, con sus paroncitos, pero seis años, y Yotuel con Orishas hicieron el reencuentro hace tres. Entonces, de repente, era como “no puede ser”. Y logramos que nos lo movieran una semana y mucho más felices, ha sido una paz en casa. Hemos tenido nuestra fecha de salida con mi disco y luego la fecha de salida del suyo (risas).


UMOMAG: Otra versión que encontramos en Cuerpo y Alma es «El Amante» de Nicky Jam. ¿Por qué esta canción en concreto? La escuchaste, te llamó la atención por algo en especial…

BL: Me parece que Nicky… Se lo dije a él porque me invitó a cantarla en un show en Mykonos (Grecia) y es que la balada de hoy en día se baila gracias a Nicky Jam. Me parece que Nicky es un baladista dentro de lo urbano, porque es que sus melodías, cuando tú las transformas a instrumento orgánico son súper baladas. Entonces me gusta mucho eso de Nicky y al le gustó mucho que se lo dijese también. Me apetecía Nicky porque me parecía lo más bonito de llevar a un arreglo totalmente opuesto, y me gustaba esa canción. Como siempre estoy en un ejercicio de mujer-hombre, él propone la amante desde un punto de vista masculino y me puse a pensar que la mujer, cuando se mete en una relación sea del tipo que sea, es muy emocional. Entonces quise hacer un ejercicio de “la amante”, como mujer, dentro del punto de vista de lo que yo te aporto emocionalmente y “quédate conmigo porque ella no te da lo que yo te doy”. Es como el punto emocional versus el momento físico, carnal. Y es un ejercicio, como compositora, de cambiar la letra de una canción.

UMOMAG: También eres empresaria. En 2004 abriste tu propia escuela de danza, que sino nos equivocamos la lleva tu madre. ¿Cómo lo has compaginado con la música y tu vida personal?

BL: Ese ha sido el éxito para mí, mi madre. Es un negocio que le puse a mi madre. Mis padres invirtieron mucho en mi formación. Siempre les prometí que lo primero que haría con lo que ganase era ponerle un negocio de lo suyo. Mi padre es carpintero y le pude poner un taller, y a mi madre una escuela de baile. Ese era su sueño y el mío también. Entonces es más un negocio de ellos en el sentido diario, pero me involucro en todo porque soy muy “control freak” y al final lleva mi nombre. Me gusta que haya buenos profesores, que haya lo mejor en todos los sentidos de lo último que está pasando; nos arriesgamos mucho con cosas que veo en Miami y que nos adelantamos en la escuela antes de que lleguen. El punto empresarial lo que me ha dado es libertad.

ME GUSTA CUANDO LOS PADRES APOYAN LOS SUEÑOS DE SUS HIJOS, PERO CUANDO VES NIÑOS FORZADOS PORQUE SUS PADRES TIENEN SUEÑOS ARTÍSTICOS FRUSTRADOS ME PARECE QUE ESO NO FUNCIONA»

Entrevista a Beatriz Luengo
BEATRIZ LUENGO / Sony Music Spain

UMOMAG: Has vivido en tus carnes los altibajos de esta industria y tener que volver a empezar de nuevo como quien dice. ¿En algún momento te planteaste aparcar la música por completo?

BL: A mí me ha pasado una cosa, todo lo que he podido hacer a modo televisivo, lo he invertido en negocios que me dieran la libertad; no me vas a ver con mucha ropa de marca pero me vas a ver siempre invirtiendo. Lo que busco no es hacerme rica porque tengo el mismo coche desde el año 2003. Soy de no gastar por gastar pero invierto en negocios para mi propia libertad. Es decir, yo me hago mis vídeos, mis discos, no dependo de nadie. Si quiero sacar música no entendería el creer que necesito depender de una compañía de discos y más hoy en día con todos los elementos que hay (YouTube, redes, etc). Pero sí que es cierto que hace tres años, no me apetecía más sacar música porque me vi envuelta en un programa de televisión en Argentina como jurado, ‘Operación Triunfo: La Banda‘, donde buscaban una girl band. Y entonces me tocó, en la parte de atrás, trabajar con un mánager que ha sido lo peor que he conocido en la industria, hablando horrible de las chicas. Yo veía cómo las trataba un señor tan importante como “esta es gorda, esta no entra” y yo “¿pero has visto el talento que tiene?”, “esta es mayor, tiene 24 años”, “esta es muy fea, tiene los dientes mal”, y yo “¿perdón?”. Era la apariencia por encima del talento. Ese programa me deprimió muchísimo hasta tal punto que dejé de hacer música y dije “me voy a dedicar a componer”. No me gustó vivir la industria desde ese punto. Me peleé con todo el mundo por luchar por las chicas. Luego, las que no se quedaron porque no eran perfectas, las ayudé y de hecho les va mejor que a las que eligieron. Entonces un día me desperté y dije “le voy a demostrar a este señor y al mundo que las cosas no son así”. Creo que hay que cambiar las cosas. Hay que luchar por tus sueños, prepararse, formarse, trata de dar lo mejor pero no hay un estereotipo concreto de nada.

UMOMAG: La época de ‘UPA Dance’ fue una locura para todos vosotros. Algo parecido a lo que están viviendo los participantes de Operación Triunfo 2017. ¿Cómo se afronta o se supera todo aquello? Una vez que pasa todo el fenómeno y tienes que volver a la cruda realidad del artista.

BL: En el caso de UPA duró cuatro años, que ya es un regalo. Ahora veo el fenómeno OT y digo “al final, son dos meses de gloria y en septiembre ya entra OT 2018…”. Nosotros, aparte de que fueron cuatro años, éramos un fenómeno bastante peculiar porque no ha salido después ningún fenómeno de baile al nivel de UPA. Y esto ha sido, para unas cosas en beneficio y para otras un poco perjudicial porque claro, la etiqueta tardas mucho más en quitártela que un Pablo López, que en cuanto estuvo un poquito más en la oscuridad y empezó su carrera desde cero…vamos, a mí me han tenido que decir que Pablo venía de OT porque no lo sabía y me encanta lo que hace. El único consejo que les daría es que entiendan el paso por OT como un trabajo más, que al día siguiente hay que salir a remarla desde cero, que no esperes que después de eso te mereces nada, uno no merece nada más que lo que se lucha todos los días. Esa es la manera más sana de ponerte al día siguiente a trabajar tu carrera y no ponerte a esperar en tu casa a que te toquen la puerta porque piensas que te va a caer todo del cielo. Yo en mi caso además, puse mi negocio con el dinero que gané, fue mi manera de sembrar mi libertad el día de mañana y el no estar agobiada pensando en “qué tengo que hacer con mi vida artística para mantenerme”. Esto es una profesión en la que siempre estás sembrando, da su fruto en las cosechas y al año siguiente hay que volver a poner las semillas. La propia naturaleza ya te da las claves de la vida, es así.


UMOMAG: Si te dieran la oportunidad de estar al frente o presentar un programa de baile al estilo ‘FAMA’ o ‘World of Dance’, ¿cuál sería tu respuesta?

BL: Me han ofrecido… Hubo un formato aquí de baile que me ofrecieron ser jurado y estaba más en mis cosas con mi música. No sé, depende del momento y de muchas cosas. Después de la experiencia que tuve en Argentina cuido mucho desde donde parte el respeto que se tiene hacia el ejercicio artístico que se va a desarrollar en el programa. Si estamos buscando realmente sacar gente que se lo merece, con calidad y preparación, bien, si estamos buscando “muñecos” que mañana no van a encajar realmente en una industria y les va a hacer más daño que otra cosa, pues no.

UMOMAG: Muchos artistas españoles se quejan, y con razón, de la poca difusión que tiene la música hoy en día en la televisión. A excepción de algún programa, es difícil ver actuaciones en vivo. ¿Crees que es algo que se puede cambiar o hay que asumirlo con resignación?

BL: Hay que lucharlo. Y sobre todo Televisión Española, ya que es una televisión pública, sería muy guay que tuviera un canal de música. No solamente que los artistas podamos a ir a cantar a “formatos” sino de música, no solamente de desarrollo de nuevos artistas sino como era antiguamente ‘Música 1’ o ‘Música Sí’, donde los artistas puedan ir a contar sus propuestas. Sería muy importante.

UMOMAG: Tus inicios artísticos fueron en el teatro, ¿te gustaría volver a actuar algún día?

BL: Sí, aunque mi vocación es más de cantar y componer que de ser actriz. La actuación la utilicé en un momento para que derivara en una oportunidad como cantante, me vino la oportunidad por ahí y dije “quiero aprovechar esto que me va a dar una proyección para después poder hacer mi música” que era siempre lo que me gustaba. Pero bueno ahora acabo de estar en ‘Paquita Salas’ y me he preparado como actriz, porque evidentemente cuando haces algo te preparas. Y si formo parte de un proyecto como actriz, es porque sea algo que me apetezca muchísimo. Soy más de la música porque me parece una herramienta mucho más libre; yo mañana subo un vídeo en YouTube y ya estoy desarrollándome. Necesito ser capaz de gestionar mis propias inquietudes, proyectarme todos los días.

UMOMAG: No todo el mundo puede decir que Justin Timberlake le escribió una canción, «Go Away» (2004). ¿Cómo fue aquello realmente?

BL: Eso es la semilla de mi personalidad, porqué sigo a día de hoy, porqué es mi momento ahora, porqué nunca me he rendido, porqué persigo absolutamente todo y es porque no entiendo un no por respuesta. Mi artista favorito en aquella época era Justin Timberlake, me gustaba muchísimo. A partir de Universal traté de llegarle para ver si quería cantar un tema conmigo y la verdad es que no me hicieron mucho caso. Entonces averigüé cuál era su editorial, como compositor y a partir de su editorial conocí a un chico (David) de Barcelona que tenía una editorial llamada Clipper’s, él fue clave en todo esto. Esta editorial pequeña de Barcelona me ayudó a contactar con la editorial de Justin Timberlake. Le mandamos una carta maravillosa, de puño y letra. No había respuesta y volvimos a mandar un email, otra carta…y fueron como seis meses de persecución. Un día contestaron del equipo editorial de Justin. Habían visto toda mi insistencia, todo lo fan que era y todas las ganas que tenía de trabajar con él. Le habían preguntado a Justin si era posible darme este tema (“Go Away”), que lo tenía ahí la editorial sin colocarlo a nadie, y que me daba la oportunidad de cantarlo a mí. La canté y luego después en Francia, cuando me dieron disco de platino, nos encontramos en un evento y le pude decir “yo soy la chica que cantó ‘Go Away’”.


UMOMAG: Diez años son los que lleváis juntos Yotuel y tú. Siendo los dos artistas y aunque vuestro hijo D’Angelo todavía es pequeño, ¿te gustaría que siguiera vuestros pasos?

BL: Pues mira yo quiero que él haga lo que le apetezca hacer. Me gusta cuando los padres apoyan los sueños de los hijos, pero cuando ves niños forzados porque sus padres tienen sueños artísticos frustrados me parece que eso no funciona. Es más, eres un gran artista cuando la pelea empieza en tu casa, cuando le tienes que convencer a tus padres. Siento que a mí me ha hecho más reforzar mis sueños porque para mí ha sido una pelea con mis padres, todo el tiempo, hasta ayer. Creo que al final uno tiene que decidir. Yo jamás le diré a mi hijo…de hecho no me verás diciéndole como “venga canta, baila”, a pesar de que le gusta pero no soy la que le animo, él es libre de hacer lo que quiera. De todas manera, quiere ser bombero así que está muy lejos… (risas)

UMOMAG: Viviendo fuera, ¿qué es lo que más echas de menos de España? Además de la familia.

BL: La gente. Soy muy española en mis principios. Echo mucho de menos las terracitas, las cosas simples. Echo de menos las conversaciones con gente que pertenecemos a un mismo ADN, se extraña porque al final en cada país las personas somos muy diferentes. Básicamente es eso, la gente, mi familia y las terracitas (risas).