Toda un reina del entertainment en su país, donde empezó a trabajar desde que era muy pequeña, LALI (Buenos Aires, 1991) está a punto de poner rumbo a España para traer su espectáculo en vivo ‘Brava Tour’ a Barcelona (20 Sept.) y Madrid (21 Sept.) este fin de semana. Con muchas ganas de presentar su última producción musical ante el público español y de dar ‘mucha caña’, la diva argentina no ha parado de trabajar este verano preparando lo que será su próximo -y cuarto- álbum, y sin dejar de lado su otra gran pasión como es la actuación. Una mujer de lo más trasparente, con mucho que decir y aportar a la música latina, sin ningún tipo de complejo (bromea con su estatura al comenzar la entrevista) y que sabido decir ‘no’ a algunas colaboraciones que le podrían haber beneficiado profesionalmente pero que no las sentía a nivel musical. LALI es mucha LALI.
UMOMAG.com: ¿Cómo te encuentras? ¿Andas por Argentina?
LALI: Con mucho lío porque estoy poquito por acá. Haciendo nuevo disco entre Miami y Los Ángeles. Casi todo mi trabajo siempre lo hice en Buenos Aires. Es la primera vez que me junto con compositores de otros lados entonces estoy tres días acá, me vuelvo a ir y así llevo varios meses. Cada vez que estoy acá, imagínate, soy una persona que paga impuesto además de cantante así que ando con trámites y las cosas de la vida. Para ojos de la gente parece que no haces nada de esas cosas. Aprovecho los momentos que estoy en Buenos Aires, y tengo estas circunstancias que te bajan a la tierra y están buenas en algún punto.
UMOMAG: ¿Significa eso que habrá nueva música pronto?
L: Por supuesto. De hecho, hay que hacer un gran trabajo en lo mental y emocional porque la ansiedad al artista se lo come cuando siente que tiene varios “palos” (buenos temas) por sacar. Va pasando el tiempo y las planificaciones, disqueras, la fecha que conviene, el vídeo… Así que estoy en esa fase previa, que genera cierta ansiedad pero que a la vez es un proceso muy rico; aprendes no sólo de lo que haces sino también cómo mostrarlo y cuales son siempre las mejores maneras para lanzar las cosas. Sobre todo, en esta era donde más allá del contenido -que sin duda es lo más importante- el cómo mostrarlo también es una pata fundamental de lo que hacemos. Preparando un cuarto disco que me emociona, porque recuerdo aquel primer álbum (Bailar) que saqué de forma independiente y todo lo que vino después en estos años. Así que con entusiasmo y ansiosa por ver qué van a pensar. Es un trabajo muy nuevo, con un sonido renovado, salí de mi zona de confort así que genera también mucha ansiedad pero está bueno.
UMOMAG: ¿Podemos confirmar entonces un nuevo disco de LALI para este año?
L: No sé si llegará a salir entero este año. Varios singles seguro que sí, y quizá al arranque del año que viene el disco entero. Depende un poco de estos momentos de cierre de ideas a ver cuándo se lanzaría. Pero los singles comienzan dentro de poco.
UMOMAG: Desde muy pequeña has estado vinculada al mundo del entrenamiento. ¿Cómo se maneja la presión? ¿En algún momento te han podido los nervios?
L: Creo que son los momentos naturales de lo que uno generó con tantos años de trabajo. Si estoy en un momento exigente es porque es un buen momento también y lo trato de llevar para el lado positivo. Y por otro lado, con los años aprendes que el foco tiene que estar ahí porque si solamente está puesto en tu Lali artista empiezas a sentir cierto vacío en la adultez. No te llena un estadio lleno, que está increíble y no paras de agradecer a la gente que te pone en ese lugar y que te permite ser exitoso, sino que quieres terminar el show, volver a casa y tener un sustento, alguien con quien hablar y tomar un mate (en el caso de los argentinos), y tener a tu pareja para hablar de otras cosas que no sean el trabajo. Si hago un análisis hasta mis 27 (años) hice mucho más trabajo personal que artístico en trabajar con presión.
UMOMAG: Al final el hecho de estar desde tan pequeño vinculado a un mundo tan exigente como es el artístico, en ocasiones pasa factura como le ha sucedido a Demi Lovato, Justin Bieber o Amy Winehouse, por citar algunos casos.
L: Porque se ve el lado banal e instagramero de estas cosas. Cuando tu trabajo no te termina de llenar… Doy fe, desde mi humilde lugar y mi historia, que ha sido fundamental tener los padres que tengo y mantener las amistades de cuando no trabaja en esto. Cuando tienes esa suerte o cierto apoyo de tu entorno que se preocupa de tu persona, más allá del artista, hay un 50% del trabajo hecho para que no explotes. Pero no es nada fácil. Me pongo en el lugar de ellos, que desde chicos tienen un alcance mundial y que todo lo que hacen es criticado. No es fácil sostener eso si no tienes un trabajo espiritual realmente fuerte. A partir de los 20 puedes lograr un trabajo espiritual que te sostenga, pero antes es muy difícil.
UMOMAG: En agosto se cumplió un año del lanzamiento de Brava (2018, Sony Music Latin). ¿Fue un reto para ti siendo artista Pop incursionar y probar con sonidos más urbanos?
L: Hay algo justamente generoso en el género del Pop y que me permite haber hecho un disco como Brava, que se diferenciaba mucho de mi anterior disco Soy que era netamente Pop y súper funkero, electrónico e iba por otro lado. En Brava ya coqueteando un poco más con este costado latino. Me parece que en el momento en el que te estás traicionando un poco o que no sientes que estás siendo genuino hay algo ahí que por más que la canción sea un palazo no funciona; se nota cuando algo no te queda cómodo. Fue un trabajo arduo poder coquetear con sonidos en canciones como “Somos Amantes” o “Sin Querer Queriendo”, que no son canciones que me saldrían a mí de forma natural. Fue un proceso creativo interesante y de mucho crecimiento también al componerlas con los demás, como Mau y Ricky, y al buscarme cómoda en ese lugar. Comprender y quitarse miedos, que es algo natural que te pase al tomar ciertas decisiones o incursionar en nuevos sonidos para meter en las canciones.
UMOMAG: ¿Qué podemos esperar de los dos conciertos del ‘Brava Tour’ que darás en Barcelona y Madrid este viernes (20 Sept.) y sábado (22 Sept.) respectivamente?
L: El ‘Brava Tour’ es un show muy especial. La puesta escena es algo muy importante para mí; no es una pantalla, el playback de la base de la música y salir a cantar. Dentro de las posibilidades que tengo, porque también es muy difícil poder llevar todo eso que uno desea de gira, es un show súper distinto que propone -al igual que el disco- una gran variedad de sonidos. El show se divide en cuatro bloques muy claros más un quinto que varía un poco en cómo lo hacemos en vivo. Son cuatro bloques de las canciones enganchadas, con los visuales que van contando una especie de peli, y las bailarinas y los músicos en vivo que tienen una potencia muy fuerte. Los vestuarios y la estética de este disco que es súper “estallada”, donde busqué un poco la esencia de los argentinos y yo como mujer. Así que invito a todo el mundo realmente a verlo, más allá de si eres o no fan o escuchas mi música, porque el show es un bombazo desde que arranca hasta que termina. Son casi dos horas sin descanso de baile y música en vivo muy fuertes.
NECESITARÍAMOS UNA BANDA DE MUJERES, SERÍA ALGO CON LO QUE PODRÍAN SENTIRSE IDENTIFICADAS MUCHAS CHICAS JÓVENES QUE ESCUCHAN LA MÚSICA QUE HACEMOS”
UMOMAG: Seguro que muchos de tus fans estarían encantados de que hubiera más canciones con Pablo Vittar como la de “Caliente”. Habéis hecho un combo espectacular.
L: Lo de Pablo lo tenía en mente. Venía siguiendo su carrera cuando tenía muy pocos seguidores en Instagram. Veía su personalidad, cómo cantaba y decía “wow, quiero hacer algo con este artista”. Ella había sacado “Sua Cara” con Anitta y Diplo, que fue lo que dio la plataforma de crecimiento. Necesitaba tener la canción adecuada; a un artista tan particular y con los sonidos que salen de Brasil no le podía ofrecer algo tan duro y puro como el Pop que venía haciendo, tenía que representarla también a ella en cierta manera. Fui al estudio e hice una canción pensando en eso mismo, y nació “Caliente”. Me pareció que tenía una mezcla -a nivel sonido- genial para las dos. Cuando se la envié, le encantó, y fue súper genuina la colaboración. Me preguntó si podía hacer sus melodías e inventar su parte y le dije “para eso te la mando. Bórrame a mí de la parte que sientas y pon lo que te surja”.
UMOMAG: ¿Y cómo fue actuar en el Carnaval de Brasil con Pablo?
L: Nunca vi algo así. La gente está re loca (risas). Es increíble ver de verdad como ellos esperan ese momento del año y lo viven de esa manera. Nunca había visto un mar de gente viviendo una fiesta así. Millones de personas en la calle, la cantidad de gente que ves. La carroza en la que estás cantando se va moviendo y parece que lo empujan ellos. Es una sensación de estar flotando y de fiesta que si no estás ahí no se puede verbalizar bien.
UMOMAG: ¿Crees que haría falta una girl band latina? Al estilo de CNCO pero de chicas.
L: No lo había pensado hasta este momento y coincido 100% en que falta una girl band latina, sin duda. Me parece que los chicos de CNCO han hecho un trabajo increíble. A veces cuando algo nace de una manera comercial o televisiva suele ser bastardeado y ahí ellos lo que hacen muy bien. Primero, que todos tienen mucho talento; los ves en vivo y es como “wow”. Y segundo, que no reniegan de ser una boy band y lo llevan con mucha responsabilidad. Lo digo porque estuve muy cerca de ellos durante los Premios Juventud 2019 y vi lo responsables que son con lo que han generado como banda. Y es muy cierto que necesitaríamos una banda de mujeres. Sería algo con lo que podrían sentirse identificadas muchas chicas jóvenes que escuchan la música que hacemos.
UMOMAG: ¿Y que os juntaseis dos artistas latinas femeninas como han hecho Bad Bunny y J Balvin en Oasis? ¿Lo ves posible?
L: Estamos en el mundo del mash-up y de la mezcla. Que hoy en día lo colaborativo parece más importante que la propia visión personal de un artista; con quién colaboras demuestras qué piensas y quién eres con la música. Tenemos trabajo por delante todos los artistas a los que por lo menos nos interesa ser pioneros en cierta manera. En mi caso, siento que respondo -de unos años a esta parte desde que empecé con mi música- a ser pionera quizá en mi terreno, en Argentina. Cuando salí con el primer disco no había una chica de mi edad en ese momento (de 19-20 años) que propusiera lo que yo había propuesto, que básicamente era un disco súper Pop, con esas letras, sonidos, con un show en vivo, músicos de funk, baile, trajes (cambiándome nueve veces de ropa). Sabía que estaba haciendo algo que no había y que eso iba a generar algo en el público del Pop en Argentina a nivel industria. Y lo que están haciendo Balvin, Bad Bunny, y otras decisiones artísticas que se están tomando con la música latina es justamente buscar lo que no se hizo o repetir lo que se hizo antes de una manera digital y moderna. Casos como el de Rosalía, que está ofreciendo un sonido clásico de su tierra pero le buscó la manera original. Eso es ser inteligente, pionero e imponer algo. Ahí está el secreto hoy en día.
UMOMAG: El año pasado protagonizaste la película ‘Acusada’ (Gonzalo Tobal), en la que hacías el papel de Dolores Dreier y en la que compartías cartel con Leonardo Sbaraglia. El filme cosechó buenas críticas y estuvo en la sección oficial del Festival de Venecia 2018.
L: Leonardo es lo más. Sin duda ha sido mi experiencia cinematográfica más fuerte por varios motivos. Mi lado actoral siempre se ha definido mucho por la comedia. Mi primera oportunidad como protagonista de una serie de televisión en mi país fue en una comedia total, lo que me dio cierta popularidad. Lo loco es que seguí esa línea. En cine también hice comedias que aquí (Argentina) han funcionado muy bien y es un registro que a mí me encanta. Aparte siento que es muy difícil hacer comedia, más de lo que la gente cree. ‘Acusada’ me dio la posibilidad de hacer un drama y de encontrarme como actriz tocando otra tecla. El público, que a lo mejor se había acostumbrado a verme en el universo de la comedia, de pronto me ve haciendo otra cosa. Eso generó el interés de la gente en la película, obviamente con ese guión de Gonzalo Tobal. Es una película redonda a nivel narrativo, la fotografía… Me llena de orgullo porque de verdad sucedió algo distinto en nuestro cine gracias a esta peli, se abrió esta oportunidad del thriller argentino bien filmado. Al verlo, según el idioma que hables y lo ves subtitulado, no sabes de dónde es la película. Lo que ves puede ser una familia o una chica de cualquier parte del mundo. La verdad, que una película argentina esté en competencia oficial en el Festival de Venecia fue algo grande para nuestro cine y que ya nos excede hasta los que hicimos la película. A mí me ha dado como cierta credibilidad de que, evidentemente, puedo hacer otra cosa que no sea comedia. Eso se lo agradezco mucho al director que confió en que podía hacer este personaje tan complejo, de esta chica acusada de un asesinato y en estas situaciones de presión, ocultamiento, oscuridades… Un personaje con poco texto, pero con mucho sustento emocional. Me tuve que sacar miles de vicios televisivos y gestuales. Fue un gran aprendizaje como actriz.
UMOMAG: ¿Y tienes algún proyecto cinematográfico sobre la mesa o a la vista?
L: Uno de mis últimos viajes a Los Ángeles no fue solo musical sino también para abrir un poco el espectro actoral allá. Conociendo gente del cine, soltándome con el inglés e intentando crecer como actriz por otros lados con la intención obviamente de seguir filmando y de encontrar un proyecto para también, más allá de la música, tener mis momentos actorales que me interesan mucho. Es un arte que me parece espectacular y me dan muchas ganas de seguir buscando en el cine a “mi actriz”. Es una actividad increíblemente rica. La industria de la música es increíble, pero a veces cuando me vicio un poco tengo la ansiedad de hacer otra cosa y me gusta poder jugar en ambos mundos. A veces me dicen que estoy loca o que es demasiado pero siempre ando buscando proyectos que me definan.