Esta tarde hace un pelín de frío para Grace Carter (1997, Kensal Green, Londres). La cantante y compositora nos atiende desde Londres, el lugar donde nació y donde ahora vive independizada desde hace dos años cuando decidió mudarse de Brighton, la ciudad en la que ha pasado parte de su infancia y toda su adolescencia y donde ha dejado a su madre, una de las personas a las que parece estar más unida. Muestra de ello es su canción “Saving Grace” dedicada en gran parte a ella, una de las mujeres fuertes que la han rodeado en su trayectoria. Cuando le preguntamos sobre esa temprana independencia y si supuso un gran desafío, Grace entre risas confirma que fue un cambio bastante drástico. “He vivido siempre en casa de mi madre, que me crió por si sola. Me daba un poco de miedo no estar ya junto a ella y tener que lavar mi propia ropa… Fue una decisión adulta y no me arrepiento, me van bien las cosas; he tenido que crecer un poco y saber cuidar de mí misma, ser adulta.” Pese a todo, afirma que en Londres ha encontrado su lugar en el mundo. “Viví en Londres hasta los 9 años, conozco bien la ciudad y siempre me he sentido muy a gusto aquí. Además tengo muchos amigos londinenses.”  Por encima de las inclemencias del tiempo, mientras nos dedica una sonrisa, Grace nos hace saber que está de maravilla, y no es para menos. 2018 ha sido un buen año para la joven vocalista británica que tras lanzar su primer EP Why Her Not Me (Polydor Records), ha causado una gran expectación entre el público y la crítica.

Grace llegó al mundo de la música a una edad temprana, a los 13 años. “Mi padrastro (en ese momento) me regaló una guitarra por mi cumpleaños; si te digo la verdad, no era una persona a quien apreciase mucho ya que nunca tuve una figura paterna a mi alrededor. Pero me enseñó un poco a tocar y a plasmar mis ideas en papel; así compuse mi primera canción en pocos meses. Así fue: comencé en mi habitación tocando la guitarra y haciendo mis canciones en el portátil.”  Y desde entonces la joven vocalista no ha parado de crear gracias a que en su casa continuaron potenciando su gusto por la música. “Cada cumpleaños o cada Navidad, mi madre o mi padrastro me regalaban algún aparato (un teclado, unos altavoces) para crear un home studio en vez de comprarme algo que probablemente no usaría nunca. Empecé a producir y así pasaba mi tiempo en el dormitorio, haciendo canciones. La verdad que tenía poca vida social…”, confiesa. Ahora ya no toca tanto la guitarra y afirma que en lo instrumental es autodidacta. “Me enseñé a mí misma cómo tocar el piano y la guitarra, aunque mi padrastro me ayudó un poco en ese último instrumento.” A parte de eso como buena millennial, aprendió piano mirando vídeos de YouTube, aunque admite que no es una persona técnica en los instrumentos y que no ha tenido una formación adecuada. Ser capaz de tocar otros instrumentos es algo que le encantaría, y es que por sus palabras parece que Grace tiene algo que podría llamarse talento natural. “Sinceramente, no toco la guitarra ni el piano demasiado bien, pero sí lo suficiente como para componer canciones”.

En cuanto a su voz, Grace no recibió lecciones de canto hasta que fue un poco más mayor, pese a eso, con tan solo 21 años, ha sido capaz de sorprender al público no solo por la fuerza, la potencia y su característica voz, sino también por la profundidad de sus letras, pues tras ese rostro angelical se esconden vivencias tan puras, directas y tan maduras que parecen increíbles en una chica que acaba de entrar hace nada en la edad adulta. Reconoce que no se fija demasiado en las tendencias y los sonidos actuales para escribir. “Siempre escribo sobre algo que me preocupa, o que me toca el alma. Por eso, para mí es quizá más importante lo que dicen mis canciones que tener un sonido determinado. Suelo utilizar formas musicales que me parecen fáciles de digerir y que espero lleguen al público, que la gente las entienda.” Cuando habla del proceso creativo que sigue para escribir sus canciones revela que todas ellas se basan en experiencias personales y aclara que nunca ha escrito nada que no haya vivido. “A veces voy al estudio con una idea en mente, y otras me dejo llevar; puede que comience por una sola palabra que evoque algo que me ha ocurrido ese día… En general toco unos acordes en el piano y comienzo a dar forma a la canción. Pero cambia de una canción a otra, aunque siempre colaboro con el mismo equipo. Nos gusta dar un enfoque distinto en cada ocasión, sin repetirnos porque sería aburrido.”  Para definir su música, Carter hace hincapié en que es honesta y emocional. Es fácil identificarse con ella.

La peculiaridad de su voz y los sonidos que utiliza en su trabajo hacen que sea complicado encasillarla en un único género o hacer una comparación con otras solistas de la actualidad o del pasado, sobre esto la artista nos comenta que vivimos en un mundo donde es sencillo comparar a los artistas, especialmente si forman parte del mismo género musical; sin embargo cuando la vocalista inglesa tiene que elegir a alguna de sus muchas influencias se queda con Alicia Keys y Lauryn Hill. “Son mis dos principales referentes, con los que crecí. Dos mujeres fuertes con un gran mensaje. A día de hoy sigo escuchando su música y espero que pase lo mismo con mi trabajo: que el público escuche ahora mis canciones y siga escuchándolas dentro de 10 años.” Le comentamos que quizás en la perdurabilidad esté la clave y le hablamos sobre la tendencia moderna de sacar singles en post del formato álbum y de que muchos artistas en la actualidad se parecen los unos a los otros en contraste con discos y artistas como Amy Winehouse y su Back To Black o Alicia Keys y su Songs In A Minor y de cómo persisten en el tiempo y siguen sonando igual de bien que hace 12 o 17 años años atrás. “Pienso lo mismo. De vez en cuando pongo ‘19’ de Adele y me sigue emocionando. De hecho, lo escuché la semana pasada. Es el tipo de música que me inspira, música con la que sentirse identificada, que puede ser escuchada por cualquier generación.”

Por el momento no hay fecha para el lanzamiento de su primer álbum, ese que todos sus seguidores le imploran a diario en sus comentarios a través de las redes, la artista no nos puede asegurar fechas pero lo que sí anuncia es que están trabajando en ello. Mientras esperamos por ese trabajo, a Grace la tendremos de gira por Reino Unido durante un par de semanas en el mes de marzo, y luego pasará por el resto de Europa con fechas confirmadas en ciudades como París, Berlín, Milán o Zurich, entre otras. Durante ese tiempo nos ha comentado que además va a empezar a componer nuevas canciones. Cuando charlamos con la artista nos contó que iba a viajar a los Estados Unidos, en concreto a Nuevo York y luego a Los Ángeles donde actuará, y nos revela que ya ha estado en el país norteamericano un par de veces. “Me gustaría pasar una larga temporada en el país”, afirma. Lo que más nos sorprende de Grace es que a su corta edad ya tiene las cosas muy claras y un objetivo marcado para sí misma. “Mi objetivo es tener relevancia dentro de 15 o 20 años. Me gustaría pensar que si edito nueva música dentro de 15 años, la gente tendrá interés por escucharla.” Como veis, Grace Carter ha llegado para quedarse.