Disclosure - CARACAL | Discos | UMOMAG

Disclosure

CARACAL

Island Records/Universal, 2015

Electrónica/House/RnB

Valoración: 6.5

Disponible en: Amazon | iTunes

Aunque Caracal llega tan solo dos años después del Settle de Guy y Howard Lawrence, la escena ha cambiado lo suficiente, irónicamente, en parte bastante a ellos mismos. Creadores y exportadores de ahora de esa mezcolanza cada vez más popular fuera de Reino Unido, compuesta de sintes de UK Garage, vocales house, y acompañada una representación gráfica única -las famosas caritas delineadas en blanco-, abrieron las puertas al electro-pop-neo-house de Duke Dumont, Years & Years, Rudimental o incluso Sam Smith. Tal ha sido el éxito de su subgénero que se ha convertido en «mainstream» y aburre.

El hecho de que los hermanos no sean dados a innovar no niega que estos hacen lo que hacen y lo hacen con destreza: en Caracal ahondan aun más en los grooves inspirados en RnB, como en «Masterpiece», interpretada por un exquisito Jordan Rakei que rescata el neo-soul clásico sedoso de los años 80. Pero es esa conexión con el RnB y el distanciamiento de su característica neo-melancolía como marca de identidad hacen a Disclosure mezclarse cada vez más con su entorno; y por tanto también Caracal. La primera pista, «Nocturnal», que cuenta con el hombre más RnB del momento, The Weeknd. «Omen», una vez más con la voz de Sam Smith pilotando -la cual es con cada aparición más predecible -, es un decepcionante intento de «Latch», sin la mitad de convicción. Temas como «Holding On», con la voz del artista de jazz Gregory Porter, la carismática «Good Intentions» en colaboración con Miguel, o «Jaded», todas en la misma línea de beat dance inglés clubero son pegadizas en el momento al igual que olvidables inmediatamente después. Las colaboraciones estelares, pegan pero no del todo, sin un planteamiento claro, ni estilo definido, Caracal no es más que un trabajo que suena bien, para tener de música ambiente, de fondo.

Ni siquiera el ya reconocido vozarrón de Kwabs en «Willing & Able», ni «Superego» -que recuerda en estructura a uno de los tantos hits pop-dance con sintes post-disco que plagan los charts de UK- que trata de desmarcarse de los demás temas del álbum, hacen del disco un proyecto más destacable. Incluso «Hourglass», featuring Lion Babe suena a «lo mismo». A wobble, wobble en el dance floor de un club underground de East London.

Caracal es un trabajo que ‘está bien’, simplemente bien. Y estar bien sabe a poco para los que siempre esperan escuchar pinceladas de algo nuevo en los LPs de sus artistas favoritos. En conclusión, la falta de cambio y el re-desarrollo de un sonido único son dos puntos que Disclosure deberían tomarse en serio si quieren volver a alzarse como referente en una era musicalmente tan activa y dinámica como ésta.