Bas - TOO HIGH TO RIOT | Discos | UMOMAG

Bas

TOO HIGH TO RIOT

Dreamville Records/Interscope, 2016

Rap

Valoración: 6.5

Disponible en: Amazon | iTunes

Casi exactamente un año después desde que su álbum debut Last Winter viera la luz, el joven rapero de Queens ha lanzado al mercado Too High To Riot, álbum que bajo la supervisión de Dreamville Records y con el apoyo de un gigante como Interscope en la distribución, ha conseguido vender cerca de las 10.000 copias en su primera semana.

Gestado en la gélida atmósfera invernal de la ciudad de Nueva York, Bas nos relata las crónicas acontecidas durante su escalada al estrellato, donde el consumo de drogas y la búsqueda de una vía de escape a éstas impregnan dan forma a la temática dominante en este segundo trabajo de estudio. En esta misma línea se suceden los cortes «Methylone» y «Dopamine», éste último acompañado por el homeboy Cozz. Dejando en manos del oyente una interpretación más o menos literal de los versos del neoyorquino, es evidente que la nueva estrella de Dreamville se esfuerza en esculpir una realidad que ha sido clave para dar credibilidad a los versos.

A diferencia de lo que muchos esperábamos, el rapero J. Cole (quien se posiciona como padrino de este disco y que es el dueño/fundador de la discográfica Dreamville, sello que acapara otros nombres como Omen, Cozz, Lute y Ari Lennox) no está muy presente en este último larga duración a excepción del track «Night Job». Cabe destacar en esta canción un pequeño homenaje que el rapper dedica a su familia que tuvo que sacrificarse para que el joven Hamad llegara a ver la fama bien de cerca. Como punto final al LP, «Black Owned Business» nos deja con las rimas más reivindicativas del disco dedicadas a retratar las diferencias sociales, que aún en pleno siglo XXI, siguen siendo el pan de cada día en los EEUU.

Sin duda podemos decir libremente que se trata del mejor trabajo del rapero tanto en formato mixtape como álbum. Bas mantiene su original cadencia con parrafadas más o menos rápidas a lo largo de los 37 minutos que dura este proyecto, cosa que si bien aporta solidez al conjunto, puede llegar a desgastar al oyente tras media hora de escucha. El nivel de las producciones es escalofriante; un trabajo muy coherente que pista tras pista mantiene al público en la atmósfera que el MC trata de pintar con sus líricas, gracias a viejos habituales como Ron Gilmore soportando en mayor peso de este apartado musical.