Chila Lynn
REAL WOMAN
EMI Music Spain, 2012
Soul/Pop
Valoración: 8.0
Disponible en: Amazon | iTunes
Cita en el «Hotel de los Toreros», artista de multinacional, fiesta donde siempre acaban los pintamonas. Algo huele mal. Detrás de mis prejuicios (luego evaporados) y de esta «carcasa», por otra parte lógica, para dar a conocer a la susodicha, descubrimos a una artista con mucho que decir. Nada de cantarinas que van de negras y engolan la voz de forma sonrojante sin ni siquiera saber vocalizar. Esta muchacha tiene una voz de las que deberían tenerse en cuenta, instrumento intransferible educado en diferentes escuelas artísticas cubanas, nada de academias de bobalicones al albur de glorias pasadas sentando cátedra sin saber ya qué hacer para acrecentar su protagonismo.
Esta muchacha cuenta con 19 años y atesora el carisma de las grandes, sabe pronunciar inglés, modular, grita cuando hay que gritar y no tiene que enseñar pechuga para arrebatarnos, ni falta que le hace. Tiene en el apartado musical la ayuda inestimable de un talentoso Adrián Schinoff, junto a composiciones de la irregular Pink («Hands On Me») y de James Morrison por partida doble («Real Woman» y «Hit and Run»). Ello le permite completar una convincente propuesta, grabada en unos estudios españoles, una promoción que incide en sus orígenes cubanos, aunque con agradecimientos y canciones en la lengua de Shakespeare (¿?).
Por momentos nos recuerda a su adorada A. Keys, por desenvolverse de manera formidable en el piano y por sus letras maduras y sensibles, las cuales, aunque no sean suyas, las interpreta con realismo y destreza.
Estamos ante una opera prima en la que de forma inteligente no intenta elaborar un pastiche de sonidos alevosamente unidos con la excusa de un LP. Cuando el título que da nombre al álbum suena podríamos pensar que perfectamente estamos sintiendo a Jennifer Hudson: la naturalidad de esta artistaza es desbordante al cantar de una forma creíble, nada rimbombante ni recargada.
Un favor le pedimos a los ejecutivos de EMI: dadle recorrido, no le juntéis con Bisbal ni con Ubago. Dejad que vuele alto, que defienda que todavía pueden hacerse las cosas bien sin tirar de tubos de ensayo musicales que «ya no cuelan» (o sí). Pero si UMO Magazine es el filtro lo detectaríamos al momento, queridos.