Melody Gardot

THE ABSENCE

Verve/Universal Music, 2012

Jazz/Bossa/World Music

Valoración: 6.5

Disponible en: Amazon | iTunes

La aparición de Melody Gardot a finales de la anterior década supuso la confirmación de ese pequeño relevo generacional en el panorama del Jazz vocal femenino. Relevo que se había iniciado años antes con los primeros trabajos de artistas como Madeleine Peyroux o Norah Jones. Cada una con sus peculiaridades y sus rasgos distintivos.

Los dos anteriores discos de Melody (Worrisome Heart, 2008 y My One and Only Thrill, 2009) ambos editados en el sello Verve, supusieron el punto de enganche para entusiastas que descubrieron en su música temas influidos por el blues y la bossa, todo ello en un envoltorio de elegancia y calidad. La imagen de esta artista (su bastón y sus gafas) surgía de esa historia de superación que la acompaña: atropellada por un coche mientras montaba en bicicleta cuando tenía 19 años, lo que le produjo graves secuelas físicas. Y se conoce y admira como, gracias a la música, pudo recomponer sus circuitos neuronales.

El nuevo disco de Melody Gardot, The Absence, nace tras estos últimos años intensos de giras y viajes, de conocer países y vivir mundos. A su cariño por la bossa (los discos de este género grabados por Stan Getz son algunas de sus obras de cabecera), une músicas del planeta y aires de fado, en una muestra de lo que para ella ha supuesto descubrir la brisa sonora del país luso. Títulos como «Amalia» o «Lisboa» lo demuestran. Y otras melodías con sabor a Caetano Veloso, surgidas de la colaboración con el guitarrista y productor brasileño Heitor Pereira, que también pone voz a «Se Voce Me Ama». A la musicalidad del disco contribuyen artistas como el percusionista Paulinho da Costa, el baterista Peter Erskine y el pianista Larry Goldings.

Un disco muy agradable para escuchar este verano en compañía de las olas de la playa o del tintineo de unos cubitos de hielo junto a la piscina. Musicalmente menor, comparado a los anteriores trabajos de Melody Gardot. Si exceptuamos «Mira», el tema que lo abre, el resto de canciones están cortadas por un patrón muy similar, por lo que es de suponer que no pasen a la historia, pequeña historia todavía, de la carrera musical de esta artista. Probablemente la vida le sonríe ahora más y elabora temas más luminosos. Y por ello echamos en falta sus desgarradas composiciones anteriores. Pero lo tenemos meridianamente claro: Melody Gardot promete ser una de las voces del Jazz de esta próxima década.