Fotografía by Dave Shore

Elijah Blake forma parte de esa América en la que se mezclan influencias, inspiraciones y recuerdos. Él mismo no oculta su origen dominicano y lo plasma en un R&B apasionado, Shadows and Diamonds (Def Jam, 2015), con letras propias de su edad en ocasiones, pero con un prometedor sentido de lo humano que le hace acercarse a sus oyentes. Es descarnado y no piensa cambiar. Así nos lo cuenta.

 

UMOMAG.com: ¿Qué escuchabas cuando eras un niño? ¿La mezcla fruto del origen de tus padres ha influido en tus canciones?

Elijah Blake: Sí, he escuchado ese tipo de música desde que era niño. Mi padre es Haitiano y mi madre es de República Dominicana; he crecido con música de Selena o Luis Fonsi a la vez que con Donny Hathaway, Stevie Wonder o Marvin Gaye. Soy un amante del viejo soul.

UMOMAG: En tu disco hablas de ti desde diferentes ángulos. ¿Te gusta hablar de las cosas que te ocurren a diario?

EB: Creo que he de utilizar la voz y la plataforma que tengo para decirle a los demás que no son marginados. He compuesto canciones como «Six Years Old» que provienen de una perspectiva muy honesta; la música no puede transmitir únicamente el mensaje de estar de fiesta, en el club… Es ahí donde perdemos parte de nuestra integridad. Intento mantener mi realidad como artista, contar mis experiencias para que otros puedan identificarse con ello.


UMOMAG: ¿En quién has confiado en labores de producción? ¿Ha habido alguna imposición por parte de la discográfica a la que perteneces?

EB: El productor con quien más me gusta trabajar es No ID, quien además me ofreció mi primer contrato. Es alguien muy conocido por sus trabajos con Kanye West y Common, y también con artistas de mi generación como Jhené Aiko o Logic que son mis compañeros en el sello. Me encanta trabajar con él porque me entiende a la perfección. También me gusta colaborar con Salaam Remi, Illangelo o Trakmatik. Hay un grupo de gente a quien llamo ‘mi ejército’ con quienes trabajo y estoy seguro de que los resultados serán excelentes. ¡Ah! Incluye también a Happy Perez, otro productor de origen latino que trabaja conmigo.

Me han dejado experimentar bastante. No ID conoce mi historia, la visión que quiero transmitir, y además es parte importante de mi compañía discográfica. Me entiende bien y ha dejado que las cosas tomasen su cauce, sin prisas. Ha sido genial que se haya cruzado en mi camino.

UMOMAG: Tus primeros pasos en la producción fueron con los pesos pesados de la escena. ¿Cómo conseguiste llegar a esos lugares tan privilegiados? ¿Fue un golpe de suerte?

EB: No hablaría de suerte sino más bien del destino. El modo en que han ido ocurriendo las cosas se debe a la intervención de Dios; cuando me llamaron para trabajar con Usher o Alicia Keys no fue algo que estuviese esperando y en casos como esos lo mejor que puedes hacer es intentar estar a la altura. Y a la vez hay que usar esa experiencia para trabajar en el siguiente proyecto.

CREO QUE EL R&B HA PROGRESADO BASTANTE Y ME GUSTARÍA SER ALGUIEN QUE CONTRIBUYESE A ESE CAMBIO, A HACER QUE EL GÉNERO FUESE MÁS INTERESANTE

UMOMAG: Con el título Shadows and Diamonds hablas de las dos caras de la fama. ¿Qué balance haces hasta ahora de tu carrera?

EB: Llegar hasta aquí ha supuesto mantener un buen balance en todos los aspectos. Somos artistas pero también seres humanos: nos ponemos tristes, nos desanimamos, nos enfadamos… A veces no tenemos las herramientas adecuadas para trabajar en nuestra música, sobre todo como cantantes de raza negra o de R&B en el 2015. Por eso hay veces que me siento frustrado pero creo que he crecido bastante y he aprendido a vencer gran parte de esos obstáculos. He conocido lo bonito, lo feo, lo bueno y lo malo…


UMOMAG: En tus temas siempre has rendido pleitesía a los clásicos tanto en tu forma de cantar como en las producciones elegidas. ¿Cuáles han sido tus referentes y qué música no puede faltar en tu día a día?

EB: Mi mayor influencia musical es el Gospel porque soy un chaval de la iglesia. Mi madre casi prefería que me perdiese una clase antes de perderme una misa… (Risas). Como te digo, el Gospel es una influencia muy importante para mí, cantantes como Vanessa Bell Armstrong, Daryl Coley, Karen Clark Sheard… Además del gospel, mis mayores referentes son las leyendas: Stevie Wonder, Donny Hathaway, Marvin Gaye y Prince.

UMOMAG: ¿Te gusta el baile? ¿Crees que es indispensable para un cantante R&B saber defenderse en este terreno. Por cierto, ¿saber bailar bachata?

EB: No creo, la verdad. A no ser que sea parte de tu talento artístico o un don natural… Cuando crecía no me fijaba en vídeos que no tuviesen coreografía porque me parecían aburridos, aunque eso es mi gusto personal. Pero en algún momento, bailar dejó de ser cool y no sé por qué; debe ser toda esa corriente machista que invadió el panorama. Los cantantes masculinos eran muy duros, y no sé de dónde vino esa tendencia; no dejé que me afectase y seguí mi propio camino. He dado clases de interpretación y siempre he intentado sacar el máximo provecho de mis facultades artísticas. No quiero ser simplemente un compositor o un cantante, quiero ser alguien que entretenga a los demás.

¡Un poquito! (Se ríe). De hecho, estoy pensando en incorporar la bachata en mi próximo vídeo…