Iggy Azalea rompe su silencio. Mientras se prepara para lanzar su segundo álbum Digital Distortion (Def Jam) y el estreno de su primer single «TEAM» (21 de marzo), la rapper australiana ha hablado con ELLE Canadá -para su cover story del mes de marzo- sobre una gran variedad de temas. Desde la cirugía estética al racismo pasando por su ‘odio’ a Azealia Banks y las duras críticas recibidas por parte de la comunidad hip-hop.
2015 fue un año complicado para la autora de «Fancy». Azalea hace balance de los buenos, y sobre todo, malos momentos vividos el pasado año y los cambios que ha hecho para hacer las cosas mejor esta vez. Eso sí, sigue sin cortarse un pelo a la hora de hablar. Y se agradece.
Sobre el hip-hop. «Ciertas personas a las que no les gusto piensan que no amo la música rap, pero yo sí amo el rap. Me encanta, es como mi jodido marido… Creo que mucha gente en el hip-hop le cuesta encontrar algo en común conmigo. Al menos los raperos blancos (y negros) ambos tienen p**** y son americanos. Pero respecto a mí, soy una mujer blanca de Australia. Lo entiendo, pero pienso que tenemos más cosas en común de las que piensan».
Sobre su beef con Azealia Banks. «No nos gustamos la una la otra a nivel personal, y se ha prolongado durante años; antes de que ocurriera el incidente de Black Lives Matter. Así que cuando la insulté, la gente empezó a pensar que yo había insultado a todo el movimiento, pero yo no quería faltar el respecto a Black Lives Matter; estaba intentando menospreciarla porque es nuestra mierda personal. A pesar de que todavía odio a Azealia Banks, me gustaría haberlo dicho de una forma para la gente no hubiera pensado que era contra el movimiento. Y hubiera deseado no haberme metido en una disputa con Papa Johh».
Sobre su paso por el quirófano y la cirugía estética. «Creo que, en 2016, la gente debe aceptar más el hecho de que las mujeres, sean o no famosas, están usando estos métodos de cosmética. Esa es la realidad. Y creo que más gente tiene que admitir esta mierda por lo que no tiene que ser tan tabú, porque todos lo estamos haciendo de un modo u otro… Quería cambiar mi nariz porque de pequeña, con 16 años, recibí un fuerte golpe en la cara con una pelota de fútbol. Ahora siento que mi nariz se ve de la forma en la que debía de verse».