Blood Orange - FREETOWN SOUND | Discos | UMO Magazine

Blood Orange

FREETOWN SOUND

Domino Recording, 2016

RnB Alternativo/Pop

Valoración: 9.0

Disponible en: Amazon | iTunes

El ser un artista inclasificable se ha convertido ya oficialmente, en una nueva etiqueta. Y en el fondo, tan manida y rutinaria como la más obvia de ellas. Por fortuna o por desgracia, el británico Dev Hynes lleva arrastrándola desde el principio de los tiempos, pero siempre ha sabido jugar con ella con inteligencia. Así es como llegó a este proyecto de corte RnB-Pop (Blood Orange) de una manera casi provisional, y al final gracias a él ha encontrado su yo artístico más definitorio y exitoso.

Freetown Sound habla de un Hynes que abraza de manera plena su ‘negritud’, un concepto tan amplio y difuso, como personas negras o mestizas hay en el mundo. Y es que en cierto modo, ésta siempre ha sido la lucha de Hynes y la de tantos otros artistas negros: el cómo representarse a sí mismos y a la vez, estar a la altura de los estereotipos que industria y mundo blanco reflejan en ellos como artistas y personas. 

A la hora de desenredar esta madeja, Hynes no ha titubeado un segundo. Freetown Sound navega de manera sobria y precisa por unas aguas que todos conocemos de sobra. Esa deliciosa melange que mezcla el sabor queer de la New Wave y los nuevos románticos con el Pop negro de los 80 y que tan buenas sensaciones nos dejó en sus obras pasadas, pero que alcanza aquí por fin el punto justo de cocción. Y lo ha logrado además, empeñado en demostrarnos que en esta ocasión, su obra nace siendo consciente de la realidad que la enmarca. A este idea parecen remitirse ejercicios Pop como «Hands Up» tan almibarados y perfectos en forma como agrios en fondo, con esos gritos de Don’t Shoot  al final explicitando el verdadero tema central de la canción.

En lo estético, Hynes es un arquitecto de la canción, un tipo capaz de tocar las teclas adecuadas y colocar todo en su sitio como muy pocos ahí fuera, pero que todavía sigue metiendo el pie en algunos charcos. En esta categoría entrarían, la superflua «Debbie Harry» en ese obvio guiño 80s que es la estimulante «E.V.P.», y su nueva, y por momentos excesiva, obsesión por convertirse en un sosias vocal de Michael Jackson  («But You», «Thank You») .

Con su propuesta, Dev Hynes parece dirigir su mirada al pasado -al suyo y al de la música que ama- aunque en realidad está haciéndolo al futuro. El de un artista que ha descubierto que no hay mejor manera de representar a su supuesta «comunidad» y a su supuesta cultura, que siendo fiel a sí mismo con todos sus defectos y contradicciones. En eso consiste ser un hombre y de paso, un auténtico creador. No está mal que alguien nos lo recuerde de vez en cuando.