Elio Toffana - ESPÍRITU DE NUESTRO TIEMPO | Discos | UMOMAG

Elio Toffana

ESPÍRITU DE NUESTRO TIEMPO

Ziontifik/Entik Records, 2016

Rap

Valoración: 7.0

Disponible en: iTunes

Retorno al principio, nos tienen cogidos por los huevos y Elio sigue siendo un joven bajo presión. Tiene más asfalto que en su anterior trabajo, más tablas, pero idéntica autenticidad. Fluye sobre las instrumentales de Dano, Emelvi, 1st Pick y Big Jay y sus esbirros en la matanza lírica son C. Tangana, H Roto, Briga, Lucas y el propio Dano. El cacareado y deseado relevo generacional llegó tarde, pero parece que es una realidad. Aunque a este rapero/poeta ya no sea un niño. Ha mamado hedor de alcantarillas, hurtos menores y falta de horizontes reales y éste es su jodido testimonio.

En Acqua Tofanna se curtió pero quería llegar a ese encuentro consigo mismo poco menos que imprescindible. «Huérfanos Autoeducados» como él mismo afirma, ya tienen el reflejo de esa experiencia y ese tropezar y volver a levantarse. La música aquí desgranada es deudora de sus dorados y adorados 90, de la mano de unos productores que saben lo que le chana de manera efectiva… y por momentos efectista…todo ensambla a la perfección.

Se trata de un viaje con la mirada alta, aunque puesta en tiempo atrás como buen nostálgico. Si fue kie, malote o revoltoso fue para «keep standing tall», aunque no dejase aparcados sus sueños de participar en las películas de Zannou en las que tanto brilló y esperemos que siga haciéndolo suave y crudo. El Helio es un gas que se evapora, pero Elio sin H (o con H Roto) ha venido para demostrar que le importan una mierda tus premios y sus ventas. Al fin y al cabo, desde Aluche hay una línea 5 que te planta donde quieras en 15-20 minutos. «Somos periferia, pero existimos, cabrón» parece decir este flaco al que le quedan reales las camisetas de heavy, al que le oprobia este Madrid que huele a cacique y oportunidades intermitentes y a quien le auguramos que le queda mucho por hacer si sabe mantener la paciencia intacta. Paciencia de que algún día no es que se le reconozca, sino que pueda dejar esos fantasmas del pasado bien quietos y que pueda hacer un disco más luminoso (que no happy) para así jugar a otra cosa, aún con el riesgo de abandonar la marca de la casa.

¿Qué fue primero? las bases pesadas y los textos melancólicos o la vida ruda y la penitencia y el orgullo. Nunca lo sabremos, pero la fórmula aplicada da como resultado un disco testimonio de lo que es vivir en la capital, con un ojo en la nuca para saber quiénes fuimos pero sin dar charlas paternalistas ni mensajes facilones en los que todo el mundo se pueda ver reflejado. Esto es el universo Toffana, chico. Nadie dijo que fuese fácil.