Goodie Mob

AGE AGAINST THE MACHINE

The Right Records/Atlantic, 2013

Rap

Valoración: 4.0

Disponible en: Amazon | iTunes

Claro síntoma de que algunos estamos haciéndonos viejos es el regreso de bandas y artistas como Goodie Mob, dispuestos a reverdecer laureles de hace casi 20 años.

Tras una larga travesía en el desierto, y con noticias acerca de la absoluta bancarrota de algunos de sus miembros, este Age Against The Machine tiene una complicada misión: convencernos de que aún tienen algo que decir en la música urbana americana del siglo XXI.

Con Cee-Lo Green convertido en una estrella del pop/Soul gracias a sus aventuras en solitario y bajo la marca Gnarls Barkley, sobre el papel parecía un buen momento para plantear un retorno al pasado del rap sureño, cuando Dungeon Family eran la crew dominante en la escena. Sin embargo, que los reyes de aquel rap colorista y positivo incluyan en el tracklist a T.I., uno de los popes del Trap mainstream, es la viva imagen de lo mucho que han cambiado las cosas desde entonces.

Su presencia, junto a la de Janelle Monáe, serán los únicos lujos que nos encontraremos en un disco de claro perfil medio-bajo, con el que Cee-lo Green salda de mala manera una deuda pendiente con sus antiguos compañeros.

En la parte musical, productores como Jack Splash, The Grey Area o Young Fyre, intentar organizar, con poco éxito, un galimatías sonoro en el que Goodie Mob dan la impresión de querer tocar todas las teclas posibles. Una desesperada búsqueda de aceptación en la que nos encontraremos inopinadas, aunque acertadas, aproximaciones al bounce («Vallelujah»), ejemplos del más irritante pseudosoul/pop («Amy») junto a momentos de efímera lucidez, donde lejanamente adivinamos el brillante pasado del grupo. Ingredientes que, por separado y con el envoltorio adecuado, pueden funcionar entre buena parte del público, pero que combinados sin gusto ni criterio dan como resultado un plato terriblemente indigesto.

Muy a su pesar, Goodie Mob se han reunido básicamente para contarnos que no saben qué hacer con su música y sobre todo, donde encajarla junto a una fórmula que ha convertido al señor Cee-Lo Green en una estrella masiva. Un mediocre y desdibujado regreso que si tenemos en cuenta el flaco favor que hace a su legado, resulta todavía más irritante. Para esto caballeros, mejor haberse quedado en casa.