Musiq Soulchild & Syleena Johnson

9INE

Shanachie Ent., 2013

Reggae/R&B

Valoración: 6.0

Disponible en: Amazon | iTunes

Nueve días, nueve canciones y nacidos ambos en el mes 9, ya conocíamos lo que era capaz de hacer este dueto en la música y el formato mutó del R&B/Soul al Reggae tras meterse en el estudio con Kemar Mcgregor. Algo que a priori era toda una aventura refrescante, pero que no ha sabido cristalizar en un álbum redondo. No porque los protagonistas de este 9INE no pongan todo de su parte, sino porque les falta esa gracia tan característica de aquellos artistas que se centran en este estilo de una manera más habitual y continuada.

Quizás brille más el de Philadelphia que la hija del mítico Syl Johnson, cuestión de gustos, pero creemos que ésta no acaba de cuajar de igual manera que el pequeño intérprete de nombre artístico melómano.

De hecho, los temas en los que fluye Musiq, a pesar de algunas más que tópicas frases ancladas en el manido «buenrrollismo» del reggae, son las más rescatables de estas maratonianas sesiones de estudio de las cuales es testigo y testimonio este álbum.

De hecho, el álbum bascula entre producciones «nu roots reggae», pero con interpretaciones eminentemente en formato «lovers rock». Es como el punto de unión entre los dos mundos hoy por hoy…a nivel musical que, no se nos malinterprete, suena bien y está bien hecho, pero no emociona. Nos quedamos con «Pieces Of You», uno de los temas más naturales y mejor construidos del disco.

Lo que sencillamente, y a nuestro modo de ver, ocurre con estos proyectos es que suscitan unas esperanzas inusitadas al pensar que dos de tus cantantes predilectos andan tramando algo. Léase el caso de Toni Braxton y Babyface, que a ver qué sacan el Día de los Enamorados.

Por otro lado, da la sensación de que las bases instrumentales, bastante previsibles y bien ejecutadas, hacen que la manera de fluir de los dos vocalistas sea idéntica que si hubiera producido el disco otro instrumentista alejado del reggae. Echamos de menos que el disco tuviera licencias algo más tendentes al riesgo, ha sido una apuesta sobre seguro, que por ello defrauda algo en su resultado, aunque no hasta el punto de molestar al oído. Con «estos dos» eso sería imposible.