Rihanna

UNAPOLOGETIC

Def Jam/Universal, 2012

R&B/Pop/Dance

Valoración: 5.0

Disponible en: Amazon | iTunes

El séptimo disco en ocho años que lleva en el mundo de la música esta prolífica artista de Barbados no desmerece su estatus en el olimpo de los dioses de las ventas. Y es que rodeándote de tantos colaboradores expertos es difícil errar el tiro. Aunque lleves una carrera tan meteórica.

De producción impecable, el álbum mezcla géneros de tal manera que es casi imposible que uno no encuentre un tema de su agrado. Arriesga poco musicalmente, se mueve con soltura por los sonidos y ritmos de hoy en día y da exactamente lo que el público espera escuchar. Por lo tanto, tampoco decepciona.

La insulsa monotonía de las repetitivas «Fresh Off The Runway», «Numb» o «Power It Up» las hace difíciles al oído, pero fieles al gusto de sus seguidores. «Diamonds», el primer single del disco, fue una apuesta arriesgada de la discográfica donde se mezcla pop, soul y música electrónica alejando un poco a la estrella de su estilo habitual, y que funcionó perfectamente en las listas de éxito. «Loveeeee Song» es un original dueto donde Future no rapea, sino que canta llevándose casi todo el protagonismo. Con «Jump» y «Right Now» puedes imaginar la energía que estallará en los clubs cuando las pinchen, notándose más que en ninguna otra la mano del rey de las pistas, David Guetta. En «What Now» Rihanna coquetea con el rock y demuestra que, al menos en el estudio, no canta nada mal.

El álbum comienza a elevar la calidad melódica y llegamos a «Stay», una balada cantada a dúo con un -cada vez menos- desconocido Mikky Ekko. El formato balada lo explora también en «Get It Over With» y «Love Without Tragedy / Mother Mary», donde sutilmente hace referencias a su tormentosa relación con Chris Brown. Y para seguir alimentando la polémica no falta un tema a dúo con él: «Nobody’s Business», una canción donde se aprecia un acertado homenaje al gran ídolo de Brown, Michael Jackson, especialmente en los vocales. Rihanna vuelve a sus orígenes en el tema reggae «No Love Allowed», una canción que encaja perfectamente con ella pero en la que se echa en falta más riqueza en los arreglos.

El álbum termina con «Lost In Paradise» y nos demuestra que la estrella llena pistas está en el paraíso, pero ni mucho menos está perdida.