The Prodigy
THE DAY IS MY ENEMY
Hospital/Cooking Vinyl, 2015
EDM
Valoración: 6.0
Disponible en: Amazon | iTunes
El trío de Essex, UK, ravero por excelencia, uno de los pioneros del género Big Beat, junto con otros como The Chemical Brothers o Fatboy Slim, vuelven ahora con su sexto álbum, The Day Is My Enemy, sin perder una pizca de esencia The Prodigy. Liam, Keith y Maxim, que llevaban sin sacar un álbum desde 2009 (Invaders Must Die) no han parado de deleitar a los fans con shows y conciertos durante estos 25 años de carrera musical. Si bien, a pesar de las numerosas apariciones del grupo en los eventos de electrónica más importantes, premios ganados y sus más de 25 millones de copias vendidas en todo el mundo, podría decirse que The Prodigy se encuentra en ese limbo honroso, en el que se encuentran algunos grupos, eternamente omnipresentes, movedores de masas, referentes de un movimiento. Ravers, precursores del aglutinamiento de estilos hardcore, techno industrial, ácido jungle, bass y punk allá por los 90 y comienzos del 2000, siguen al pie del cañón en carteles como el de Glastonbury, Creamfields, Benicassim, o el Nos, todos en este año 2015 cuyas aportaciones a la música parecen ser inagotables. Al mismo tiempo estos grupos que inconscientemente han pasado a formar parte la cultura pop, no evitan que algunos o muchos se pregunten, qué hacen aún existiendo a estas alturas. Quizás serle fiel a un mismo estilo durante un cuarto de siglo sea la clave del éxito en este caso, o puede que lo sea la falta de expectativas del público.
Los anteriores Always Outnumbered, Never Outgunned (2004) e Invaders Must Die (2009) ya olían a refrito; como el propio Liam Howleott contaba en una entrevista para NME, el último citado fue más una especie de trabajo transitorio, experimental. Pero mientras que en 2009 The Prodigy se acercaba al por aquellos entonces rey de la pista Dubstep con sus famosos drops y petardeos popularizados por Skrillex, ahora parece que se readaptan levemente a las tendencias hip-hop y electrónica más oscura y deep que parecen imponerse hoy en día. Por tanto, The Day Is My Enemy resulta en un álbum más agresivo, más violento; como bien aventuran los tambores militares, los breaks entremezclados con la guitarra y los cantos temblorosos/gritos de rock de a cargo de Martina Topley-Bird del primer tema LP, del mismo nombre. Este aire beligerante se mantiene; la mayor parte de las canciones podrían ser parte de la banda sonora de cualquier entrega del Fifa entre los años 1998 y 2010: Nasty, suena a tema clásico de rave británica, instrumental entrecortado, con sonido de máquinas aderezado con drum y bass; seguida por «Destroy», caracterizada por rave y saxo; o «Wall of Death», una mezcla entre hard rock/metal, breakbeats y más gritos. Ira, se mire por donde se mire The Day is My Enemy destila ira, pero no mucha originalidad ni precisión: las letras, simplonas, repetitivas y a menudo sin sentido, como es habitual en The Prodigy; «Smack My Bitch», «Wild Frontier» e «Ibiza» son claros ejemplos.
Como el texto ha dejado entrever hasta ahora, este es un proyecto poco innovador tanto a nivel musical en general como para The Prodigy en general. Más un álbum «remember» que un lanzamiento novedoso, reúne sonidos de la escena ravera británica en sus inicios, sintes de «helio» y samples de temas house y post-disco de los años 80 -«Rhythm Bomb», «Salami Fever»- con la mitad de sus canciones habría sido más que suficiente. A pesar de todo, el LP es consistente y coherente en estilo y temática, y temas como «Invisible Sun», que se desmarcan un poco de la rave y van más orientados hacia el trap (de hecho el comienzo bien podría ser de Hucci), marcan la diferencia y sobresalen entre tanto desenfreno razón por la cual, «Ibiza», aclamada por la crítica y una de las piezas clave del disco, pasa bastante desapercibida. Concluyendo, los amantes de The Prodigy, con este sexto álbum de estudio, pueden recibir con alegría, temas nuevos sin perder a la banda de siempre; y para el resto, oyéndose las tres primeras canciones se han oído todo el álbum y prácticamente todos estos 25 años también.