Eminem

MARSHALL MATHERS LP 2

Aftermath/Interscope Records, 2013

Rap

Valoración: 5.0

Disponible en: Amazon | Itunes

Si eres blanco y tienes menos de 25 años es muy probable que Eminem sea el culpable de que estés leyendo esto. Nadie puede negar que con Marshall Mathers LP el entonces rubiales de Detroit hizo volar la imaginación de millones de adolescentes blancos, para quienes su música fue el primer contacto con el género. Así que hoy, 13 años después de la primera entrega, podemos presuponer el gritito gozoso de muchos veinteañeros al comprobar que su héroe de adolescencia está de vuelta.

La primera pregunta es obligada: ¿Tiene algo que ver este Marshall Mathers 2 con el primero? Ejerciendo de gallegos, tendremos que decir que sí y que no. Sí, tanto en cuanto resulta evidente el intento de recuperar el tono de una primera entrega encumbrada -de manera algo exagerada- como clásico por parte de la prensa musical generalista, y no, ya que hubiera sido un disparate intentar replicar los códigos sonoros de hace más de 13 años en un producto industrial como este.

En lo lírico Eminem se muestra probablemente en la mejor forma de los últimos años. Incisivo, despiadado y por momentos divertido, su discurso fluye cómodamente explorando un universo personal manoseado hasta la nausea, pero al que sabe sacar el último jugo posible. Hay sitio además para más trillados todavía ejercicios de egotrip («Rap God») que al menos y por momentos, sabe resolver con cierta gracia.

Y hasta aquí las buenas noticias. Supuestamente supervisado musicalmente por Rick Rubin, entendemos que es a él a quien tenemos que agradecer buena parte de los despropósitos musicales de los que seremos testigos. Así, vaya usted a saber por qué se nos propone un retorno al pasado de los más tópicos samples de rock setentero («Rhyme or Reason», «So Far», «Desperation») con resultados que se antojan, como poco, de dudoso gusto. Pero como no sólo de Boom Bap y samples de Rock vive el hombre, veremos a Slim Shady lidiar con pastiches Pop dignos de una Pink como «Stronger Than I Was» donde encima, ni corto ni perezoso, se lanza a cantar. Ni la presencia de Rihanna salva de la quema «Monster», otro insufrible ejemplo del peor Pop-Rock americano estándar y que supuestamente se nos plantea como uno de los posibles bangers del álbum.

Tirando de su legado, Eminem ha organizado su propia beatificación como Icono Rap del nuevo siglo, justo a la vera de Jay Z. Suponemos que la prensa generalista estará ya poniendo la alfombra roja y preparando el palio para tal evento. Sin embargo, la realidad es que segundas partes no suelen ser buenas, y mucho menos necesarias. The Marshall Mathers LP 2 es el último ejemplo de esta máxima. Con un discurso potente en lo lírico pero terriblemente errático en lo musical, es un disco al que por muy poco podremos salvar del suspenso.