Amada y odiada casi por igual, Lady Gaga cumplió con lo prometido y ofreció un espectáculo mayúsculo -el más caro de la historia- durante el medio tiempo de la Super Bowl LI celebrada anoche en Houston, Texas.
La neoyorquina contó con su diseñadora de cabecera, la italiana Donatella Versace, para la confección de todo el vestuario. Su look -con incrustaciones de cristales Swarovski- sirvió para homenajear al desaparecido David Bowie, del que Gaga era gran admiradora.
Sola, sin ningún invitado en toda la actuación, apareció cantando el «God Bless America» y «This Land Is Your Land» desde lo alto del NRG Stadium, para después lanzarse a lo Superman hasta el escenario central. Allí le esperaba su cuerpo de baile. Una breve introducción («The Edge of Glory») y repaso a sus temas más conocidos, «Poker Face», «Born This Way», «Telephone» (sin Beyoncé) y «Just Dance». Sincronización perfecta y su voz on point en todo momento.
Con la emotiva balada «Millions Reasons», Gaga pudo coger aliento. Se sentó al piano y miles de antorcha formaron un bonito mosaico alrededor de su posición. Para terminar, «Bad Romance» con cambio de vestuario incluido inspirado -acertadamente- en el fútbol americano.
Poco después de su performance, Lady Gaga anunciaba el ‘Joanne World Tour’ con parada en Barcelona (España) el próximo 22 de septiembre; entradas a la venta el 10 de febrero.