Jacob Banks tiene la vitola de ser uno de los newcomers británicos (sin disco en la calle) más talentosos y descarados por su energía. Aunque con la deliciosa timidez de ser sus primeras actuaciones (todas Sold Out), Jacob nos recordó y rememoró tantas cosas… Humeantes clubs de Chicago, barrios peligrosos neoyorquinos, miradas desafiantes en gente de mala reputación… Pero Jacob supo combinar esas imágenes de nuestra flipada memoria con un Soul directo, sin aspavientos innecesarios y con una banda que le flanqueó perfectamente, a pesar de su minimalismo.

Tuvo momentos gloriosos, como cuando apareció su amigo Wretch 32 y se hicieron su ya célebre tema «Doing Ok” o cuando mezcló uno de sus temas con el «Never Too Much» de Luther Vandross. Su Monologue, un EP que ha dado mucho que hablar, fue escudriñado con una puesta en escena, un estilismo y una instrumentación a la altura.

El lugar elegido fue el XOYO, un club perfecto, por su buen sonido, su formato cuadrangular, de tal forma que todos los asistentes pudieron disfrutar casi de igual forma un show corto pero que dejó con ganas de más de este larguirucho de Birmingham que cuenta sólo 22 años.

Se presentó diciendo «Soy Jacob Banks y canto canciones». Sus coristas estuvieron correctísimas y le ayudaron a meter en el bolsillo a unas 500 personas enfervorecidas.

«Kids From The Corner» y «Hostage» fueron algunos de los temas que mayormente destacaron, aunque el énfasis con el que pronunciaba cada sílaba se quedó clavado en nuestro tímpano, dejando en meras anécdotas las previas actuaciones de dos, todo hay que decirlo, talentosas artistas: Dionne Reid y Lizbet Sempa (ésta última un poco más aburrida).

La versión que hizo a la reina Whitney de «Your Love Is My Love» dejó rendida constancia de que los colores reggae no son desconocidos para él ; la revisión de «Alive», de Chase & Status, en la cual participa, demostró que este cantante es un todoterreno que siente lo que hace de una manera muy especial. Luego, con esa timidez y educación exquisita, se fue presentando a cada uno de los integrantes de su banda…

Esperemos que le sepan diseñar una buena carrera y no se quede «fuera de juego» como tantos otros que le preceden. Le auguramos un futuro esplendoroso.