Casi 20 son los conciertos que van a acumular en menos de un mes Lisa y sus Lips, recorriendo de punta a punta casi todo el territorio español para presentar su primer y homónimo disco. En mitad de ese periplo pasaron por Sala El Sol de Madrid para confirmar lo que todos temíamos: son una apisonadora.

Lisa Kekaula pone el nombre y su apabullante voz; sus labios son una banda con auténtico sonido americano, curiosamente compuesta por una gran mayoría de músicos «ibéricos», a excepción del guitarrista Robert Vennum. Este spin off de The Bellrays clava el pico y la pala en el soul y lo reviste de funk y rock’n’roll de alto voltage. Ya tuvimos la posibilidad de verlos en la última edición del festival «Enclave de Agua» y gustaron, pero el rodaje ha hecho buena mella y ahora el show es como ponerse a bailar bajo una tormenta eléctrica.

Desde el primer tema la banda salió enchufada y con mucha actitud. El afro de Lisa parecía agitarse con su vendaval vocal, electrizado por las afiladísimos riffs de Pablo Pérez. Mucho peso en el ritmo a cargo de Maxi Flores y Pablo Rodas, haciendo un trabajo de virtuosa sencillez para no dar un respiro a la audiencia, bañada en su propia condensación: rock’n’roll. El color vintage de los teclados y los vientos completaron el cuadro.

En un repertorio como el de ayer, que comenzó con el latido de «Come Back To Me» poniendo el listón muy alto, no se perdió la intensidad ni por un momento. Hubo hueco para homenajear a Etta James (¿a qué músico no ha marcado esta artista?) y su «I’d Rather Be Blind», y también una incursión en el dance-funk de «Stop The DJ». Es bueno saber que las fronteras musicales y personales son fácilmente derribables, como demuestra este proyecto multinacional de vocación independiente y talento abrasador. Por si alguien se pregunta de dónde salen estos musicazos, sólo tiene que investigar bandas nacionales como Tasty Grooves, Watch Out, No Reply…

La Sala El Sol mantiene su buena línea de programación y volvió a llenarse en esta ocasión, que bien lo merecía. En algún momento el volumen hizo saltar alguna lentilla, pero si no pasa con Lisa… ¿con quién? Que vuelvan, porque visto lo visto serán bienvenidos siempre.