UMOmag: ¿Cuáles son los meandros que te han llevado al reggae o al Gospel en tu forma de cantar e incluso en la manera de concebir el disco? ¿Lo habéis dejado apartado para brindarnos Soul puro sin cortar?

F: Realmente, no ha sido nada buscado, teníamos varias opciones, había algo reggae, algo góspel, pero fueron ideas que de momento se descartaron, pero no sin ninguna intención. Todas las canciones, si te detienes un poco, hablan de nuestras cosas, y entre todas esas al final la decisión es de todos. Ha habido gente que ha hecho letras aparte de Aurora, se hace todo de una manera asamblearia. Son muchas horas de conversación y dentro del disco está todo el disco que hemos escuchado. No ha habido una planificación de decir de meter unos temas de una cosa, otros de otra. Han salido los que han salido y los que no han salido es porque no nos ha dado en el cuerpo desarrollarlos más. Algunos de los temas, cuando los hemos grabado, es porque estaban totalmente terminados.

UMOmag: Propuestas como los Pepper Pots apuestan por una actitud que también emula lo retro. El otro día te vimos con un vestido tipo Diana Ross. ¿El continente es tan importante como el contenido?

F: Tú cuando vas a ver a un grupo, no sólo es la música, es un show y éste te entra por los ojos y te entra por todos los sentidos. Yo si pudiera lanzar sabores y olores al viento lo haría porque me parece muy importante. Es importante tener una identidad y yo soy bastante freak de los vestidos. Y porque tengo que comer, si no me gastaría todo mi dinero en vestidos…porque me gusta mucho.

Es importante ver cómo reacciona la gente. Me muevo como me pide el cuerpo. En un escenario todo ha de tener una unidad, estar todo acorde, ello le da una mayor fuerza visual, una parte teatral.

UMOmag: ¿Cuál ha sido el piropo a tu voz que más te ha llegado de todos y cuándo supiste que no podías seguir siendo la corista de nadie (aunque haya que comer)?

F: Currar de corista tiene su aquel no es nada fácil. Yo creo que la anécdota más reseñable es cuando me escribió una chica por Facebook por privado. Me dijo que «Heaven Bells» estaba siendo la banda sonora de un amor reciente suyo. Y yo me imaginaba a esta chica con este novio reciente entre sábanas como nosotros hemos escuchado «Let’s Get It On» o cualquiera de las canciones que nos han llegado en un determinado momento. Emocionar a la gente mientras yo me emociono me parece lo más bonito.

UMOmag: Aspiráis a todo. No decimos de tocar en el Apollo (que también podría ser). ¿Pero cuáles son las metas que os habéis establecido?

F: Yo tengo un pequeño fetiche, quiero tocar en el Florida Park, quiero «montarla» ahí. Tenemos que ser realistas, pero también queremos soñar, queremos salir a Europa, porque conciertos en España tenemos. Estamos luchando por acercarnos al norte, a San Sebastián, a Bilbao, a Vitoria. Queremos llegar a donde podamos, porque mueve tú a diez personas…

UMOmag: Con el R&B actual que no arranca. ¿El soul es diferente? ¿Qué podéis hacer para que no sólo os escuche la gente de mediana edad en adelante?

F: Ahora se dice que el Soul es vintage, pero el Soul siempre ha estado ahí. La gente que más lo ha escuchado es la gente mayor y a lo mejor la gente joven tiene menos referencias (quizás Amy Winehouse, Adele, algo  de Aretha…)

Uno de los integrantes de Freedonia siempre dice que «a todo el mundo le gusta el Soul, pero lo que pasa es que la gente no lo sabe».

UMOmag: La parafernalia de la actuación es creíble, porque quizás se produzca una especie de asunción de roles que sentimos como propios en nuestro imaginario colectivo. ¿Te gusta ser negra  cuando gesticulas? ¿Todo se pega?

F: Cuando actúas te das cuenta de que también comunicas con el público con el gesto, con la cara , te vas estudiando a ti misma y la reacción del público. Tienes que ver lo que va funcionando desde dentro y desde fuera con el público y tienes  que sentirte cómoda dentro de los papeles que te vas creando, nadie nace siendo James Brown. Soy una persona bastante abierta sin sentido del ridículo y eso también ayuda.

UMOmag: ¿Qué canción te gustaría versionar que no sea la típica? ¿Alguna joya oculta con la que te atreverías?

F: Me gustaría cantar una de mis baladas favoritas, de Solomon Burke «Don’t Give Up On Me».

UMOmag: Cuando te encuentras triste. ¿En qué repercute en tu manera de cantar? ¿Lo bordas cuando pones sobre el tapete tus tormentos?

F: Este último año, que los temas estaban ya terminados, compuestos, dedicando más tiempo al directo, al show, me quedo en blanco si no estoy jodida. De hecho, todos los temas son de la misma época y de verdad, todo lo que se canta ha pasado. Hemos sido compañeros de piso y hemos vivido muchas cosas. Por ejemplo, «Running to Nowhere» es la crónica de un día de nuestro saxofonista que no para y no llega a todos los sitios, que es de León y que está a mil por hora y que no llega a poder tocar, ni a estar con su chica ni nada.