RHYE | Fotografía by Emma Marie Jenkinson

A través de sus últimas producciones musicales, como “Woman” y “Blood”, Michael Milosh (o RHYE) nos ha llevado por un camino lleno de amor y pasión; ahora podemos ver una versión mucho más íntima sobre el lugar en el que todos deseamos estar. Con el objetivo de mostrarnos qué significa para él la palabra “hogar” y que todos queremos sentir que estamos en él, Mike desarrolló un nuevo disco Home (Lova Vista/Concord) que lanza hoy (22 Ene.) al mercado y del que podrás conocer un poco más a través de esta larga charla telefónica que tuvimos con él -vía Zoom desde Toronto- antes de finalizar el 2020.

UMOMAG: ¿De dónde surgió la idea de ‘Black Rain’?

RHYE: Comencé a trabajar en este disco con el bajista de mi banda, Roland. Nunca habíamos compuesto material juntos, pero queríamos trasladar al estudio esos momentos de nuestro show en vivo cuando hacemos que el público baile, que se lo pase bien; ése fue el punto de partida. Lo curioso es que “Black Rain” hace referencia a los bomberos de California. Soy un compositor bastante inconsciente, simplemente me dejo llevar; los incendios de California fueron tan intensos que se podían ver perfectamente desde mi casa, ya que vivo en un punto bastante alto de las montañas. Hubo un momento en que el hollín caía sobre mi coche aparcado, sobre el patio, por todas partes… Y “Black Rain” trata de reflejar esa idea: no dejes que el miedo te atrape. El sonido de la canción es festivo, el contenido no, tienes que enfrentarte a tus retos y bailar a su alrededor sin dejarte absorber por ellos.

UMOMAG: ¿No tiene nada que ver entonces con la famosa película del mismo nombre protagonizada por Tom Cruise y Dustin Hoffman?

R: (Risas). No, es una película estupenda. Pero la canción no tiene nada que ver con ella (Más risas).

UMOMAG: ¿Qué diferencia a nivel musical o de esencia a este nuevo proyecto de los anteriores?

R: Trato de evolucionar como artista, nunca intento dar un giro radical a mi estilo. Creo que si tratase de tomar un camino muy distinto, no se me daría bien. Intento centrarme en desarrollar mi sonido, en cómo quiero producir un álbum y cómo hacer que suene. En este disco, he tenido la oportunidad de grabar con un coro danés de 60 integrantes, todas mujeres, y eso ha tenido un gran impacto en el ambiente del proyecto. Creo que se trata de un trabajo que es como un universo en sí mismo, que puedes escuchar de principio a fin porque te conduce por una senda concreta, aunque quizás no es lo que hace la gente hoy en día, que se suele centrar en un single en vez de disfrutar un álbum en su totalidad. También, he creado gran parte del LP en mi estudio, en mi casa, y mi ritmo de trabajo ha estado marcado mucho por los sintetizadores analógicos… En ese sentido, el sonido está más dominado por los sintetizadores aunque no he usado apenas programación MIDI, sino que el ordenador ha sido empleado como un simple dispositivo de grabación y no como herramienta tecnológica precisa. Creo que es un álbum bastante honesto.

UMOMAG: Para ti, ¿qué significa la palabra “hogar” y cómo sientes que se ve reflejada en todo lo que haces?

R: Un hogar es, en muchos sentidos, un lugar en tu cabeza. Y en mi caso llegó el momento en que sentía la necesidad de tener uno. He pasado gran parte de mi vida siendo un nómada, viajando, actuando en muchos sitios y viviendo en diferentes ciudades. Por primera vez en mi vida tuve el deseo de tener un hogar permanente, desde donde poder crear una estructura vital. Para mí, tampoco es un refugio, sino un estado mental que se corresponde con un lugar físico. Además, me gusta estar rodeado de árboles porque crecí en un lugar donde eran muy abundantes. Antes vivía en el centro de Los Ángeles y sentí esa llamada, esa necesidad de estar rodeado de naturaleza y encontré una casa en lo alto de una montaña, rodeada de bosques. Un hogar es un sitio sagrado, donde tu creatividad se activa: “Quiero componer música, escribir historias, hacer fotografía”… Un hogar es un lugar donde se cultiva tu creatividad y desde donde construyes tu vida.

UMOMAG: ¿Cómo fue trabajar con una leyenda como Alan Moulder?

R: Alan Moulder es una persona muy amable y es un placer trabajar con él. Tenía ganas de aprender de alguien como él y, en un escenario perfecto, hubiese querido estar junto a él en el estudio adquiriendo conocimientos. Debido a la pandemia tuvimos que hacerlo de un modo distinto, ya que él está en Inglaterra y yo en Los Ángeles. Nos hemos comunicado mucho por teléfono y desarrollado un sistema para compartir nuestras pantallas online y debatir detalles de mezcla y demás. No conseguí uno de mis objetivos, trabajar presencialmente con él, ya que siempre me gusta rodearme de profesionales que son mejores que yo. Pero, definitivamente, Alan aportó su granito de arena al disco. Yo tenía mezcladas las canciones casi en un 90%, a un nivel bastante bueno y necesitaba un empujón extra de alguien con un poso musical importante, con un gran conocimiento sonoro y técnico.

UMOMAG: ¿Sientes que este trabajo es más nostálgico que los anteriores?

R: No lo sé. Siento cierta nostalgia cuando escucho las canciones. Creo que hay muchos elementos que me hacen recordar a mi niñez, sobre todo la presencia de un coro, canté en algunos cuando era pequeño y la música clásica siempre fue parte de mi vida. No es una producción clásica, aunque he tomado algunos elementos que me gustan y llevan a mi niñez para incorporarlos en el álbum. Espero que no sea un trabajo nostálgico, sino que nos empuje hacia al futuro y cree algo inédito… A veces te gusta desarrollar algo nuevo y que a la vez haga que el público se sienta añorado.

UMOMAG: ¿Hay algún tipo de ‘storytelling’ en todo tu trabajo desde “Woman” hasta este?

R: Sí. Solo escribo canciones desde mi propia experiencia. Mi forma de componer es bastante como un diario y siempre intento que las letras sean lo suficientemente simples como para que no siempre se entiendan a la primera. Puede que para el oyente no signifiquen mucho. Sin embargo, para mí, son parte de mi viaje, de mis vivencias. Es algo muy orgánico y natural.

UMOMAG: ¿Veremos más proyectos audiovisuales en colaboración con directores como Sam Taylor-Johnson?

R: Puede que sí. En ocasiones ruedo y dirijo mis propios vídeos, otras veces prefiero que se encargue de ello otra persona. En el caso de “Black Rain”, somos muy buenos amigos de Sam y Aaron, son de las pocas personas con quienes nos hemos relacionado durante la pandemia. Pedí a Aaron que bailase para este vídeo porque es un excelente bailarín y él me preguntó si querría que Sam dirigiese el clip… Por supuesto, dije que sí y coincidió que ella tenía un hueco para rodarlo. Me encanta contemplar esa química entre ambos, ella dirigiendo y él actuando. Es algo muy bello.

LA COMPETENCIA PARA LOS CANADIENSES ES MUY DISTINTA QUE PARA LOS NORTEAMERICANOS”
RHYE | Fotografía by Emma Marie Jenkinson
UMOMAG: ¿Qué otros artistas o movimientos artísticos te han inspirado en tu carrera y en esta nueva etapa?

R: No me gusta un único género musical. Escucho desde música clásica a funk, pasando por rock o incluso hip-hop. Desde Parliament a Prince, T. Rex a Led Zeppelin, Pink Floyd a Pergolesi… Soy muy abierto, pero cuando estoy trabajando en un nuevo álbum no escucho demasiada música, en cierto modo me cierro un poco. Soy muy selectivo. Quizá escucho “Sleep” de Max Richter mientras leo y quizá me afecta, mas no quiero hacer un disco como él. Me inspiran mucho las obras de artistas que no son músicos como, por ejemplo, el film ‘Cold War’, me pareció una estupenda película y el modo en que integraron la música en ella es algo sublime. Me ha inspirado mucho “Love” de Gaspar Noé, que me parece bella y obscena a partes iguales, es honesta y a la vez revela demasiado. Me gusta esa sensación de sentirme un poco incómodo, de saber que en cierto modo estoy siendo un poco forzado. Te puedo hablar de libros como 1Q84 o Kafka on the Shore de Murakami, son grandes fuentes de inspiración para mí. Cuando leo algo que me hace sentir imaginativo, intento trasladarlo a mi trabajo de estudio porque me encantaría que mi música hiciese eso mismo por alguien. Lo que escucho me inspira, también lo hacen mucho los libros y el cine.

UMOMAG: ¿Con qué géneros te gustaría experimentar ya sea con RHYE o como Milosh?

R: Durante la pandemia hice otro proyecto, un álbum ambient de música clásica minimalista. Me encanta explorar la música ambient. Mi novia y yo hacemos un evento llamado Sacred Sabbath donde experimentamos con música ambient, improvisaciones de dos horas con voz, teclado, bajo… Antes de la pandemia lo llevamos a varios escenarios, pero ahora lo hacemos para audiencias de dos o tres personas. La experimentación musical es muy importante para mí, no quiero limitarme a hacer música de Rhye que sigue unas ciertas pautas. También, compuse una banda sonora hace poco y fue un trabajo muy interesante; es una forma diferente de mirar a la música. Me gusta enfrentarme a retos distintos que están fuera de mi género musical para luego llevarlos a este. Ahora mismo estoy trabajando en una producción con Diplo… No sé cuántas canciones haremos, de momento llevamos dos. Es divertido trabajar con él, es un tipo muy animado que no para de contar chistes y a la vez tiene mucha ambición, quiere crear música que llegue a todo el mundo, que sea diferente. Tiene tanto éxito porque ve la música una forma muy distinta a mí. No tengo límites, solo evito el punk o el metal porque no conectan conmigo.

UMOMAG: ¿Se podría decir entonces que Diplo y tú sois ‘casi vecinos’?

R: Sí, vivimos muy cerca. Él está en Malibú y yo en Topanga. Pasamos mucho tiempo juntos, es muy amigo de mi novia. Hemos hecho nueve streams en vivo donde yo cantaba y él pinchaba. También hemos colaborado en Twitch… Muy divertido.

UMOMAG: Este 22 de enero se lanza tu nuevo álbum Home y Drake anunció que el suyo saldrá también este mes. Hay bastantes probabilidades de que podáis coincidir en la misma fecha de salida… ¿Has pensado en ello?

R: Me gusta Drake. Es un genio creativo y su equipo de trabajo es muy bueno. No creo que deba preocuparme demasiado de competir con Drake porque su álbum va a ser un éxito seguro. Estamos en ligas diferentes. No creo que Toronto tenga una extraordinaria escena musical. Sin embargo, muchos artistas de Toronto acaban despuntando. Somos muy trabajadores y la cultura no es tanto de competición para intentar tener éxito a nivel internacional. La competencia para los canadienses es muy distinta que para los norteamericanos. Drake, por ejemplo, no solo hace rap, sino que lo mezcla con un RnB bastante sentimental.

UMOMAG: Artistas canadienses como Justin Bieber o Shawn Mendes han tenido que lidiar con el éxito y la fama y ahora finalmente lo comparten en sus canciones. Al final del día, lo que conlleva ser artista no es algo para lo que todo el mundo esté preparado. ¿Cómo lo ves desde tu posición?

R: Sí, no se trata de un camino vital sencillo. Soy muy amigo de Nate Mercereau, que ha coescrito varias canciones con Shawn Mendes. Y juntos compusimos “Hold Me Down” para este nuevo trabajo. No conozco personalmente a Shawn Mendes, pero sí a mucha gente que trabaja con él. A Bieber tampoco lo conozco, aunque sí a alguno de sus productores. Tengo muchos conocidos que están haciendo grandes cosas y me gusta pensar en ello como si se tratase de una carrera: todos son tan buenos que te obligan a superarte porque intentas llegar a su nivel. No me siento una persona muy competitiva y no tengo celos de los demás; y si eso ocurre, es una especie de envidia sana.

Nunca he buscado la fama y, de hecho, cuando firmé por una multi no edité mi música con mis fotos en portada, hago música por otros motivos. He actuado mucho en directo y la gente me reconoce. Mi último concierto en Los Ángeles fue en el Hollywood Bowl, donde caben 17.000 personas… Soy el tipo de artista al que si reconocen por la calle suelen alabar su música, mis fans son muy majos. Bieber, por ejemplo, es una celebridad. Su relación con la fama es muy distinta, una especie de sentencia de cárcel. Nadie me molesta, mi vida es muy tranquila y quienes me reconocen suelen ser maduros, no tengo seguidores teenagers. Creo que buscar la fama es muy peligroso porque siempre hay alguien más famoso, que tiene más seguidores o más notoriedad… No es algo que busque, me interesa la música y si lo que hago te gusta, fantástico.

UMOMAG: ¿Qué es lo que más esperas cuando termine la pandemia y podamos regresar a la normalidad?

R: Lo primero que quiero hacer es comer en un restaurante. Después quiero visitar a mi familia, ser libre para ir y volver de Toronto; no quiero hacer una cuarentena para ir a ver a mis padres. Y en tercer lugar, tengo muchas ganas de irme de gira. Me iría mañana mismo si pudiese. Lo echo de menos y me hace muy feliz, es una de las grandes satisfacciones de hacer música: presentarla al público en diferentes partes del mundo y observar su reacción.

UMOMAG: ¿Cómo describirías el futuro de RHYE y qué podemos esperar después de tu nuevo disco?

R: Puede que después de Home, edité un EP bastante pronto, ya que compuse muchas canciones para este disco y no todas tuvieron cabida. También, tengo muchas ideas inacabadas que quizás convenga retomar y dar una vuelta. No sé… solo quiero dar a conocer mi música ya sea como Rhye, Mike Milosh o con cualquier otro alias. Creo que salir de gira no va a ser muy viable al menos en los próximos doce meses. Me encantaría comenzar en abril o mayo, mas me parece que no va a ser posible. Solo quiero hacer mi música.

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