Dam-Funk & Snoopzilla
7 DAYS OF FUNK
Stones Throw, 2013
Rap/G-Funk
Valoración: 8.5
Disponible en: Amazon | Itunes
La unión creativa de Snoop Dogg y Dam-Funk es probablemente, una de las mayores sorpresas que nos ha dejado el final de 2013. Un proyecto muy personal, con el que Snoop parece querer vendernos un retorno al pasado, aunque como veremos, se trate más bien de una mirada al futuro.
Como proyecto 7 Days Of Funk tiene poco que ver con el G-Funk. El actor es el mismo, el lenguaje parecido, pero los resultados se mantienen alejados lo más posible del revival. Un álbum que debemos encajar en los difusos márgenes de ese modern funk angelino, en el que encontraremos lejanos ecos del género G, pero cuyos códigos deben al Eurofunk o la New Wave tanto o más que al P-Funk. El estilo habitual de Dam-Funk, que no ha cambiado una coma de su discurso, y al que Snoop se adapta cómodamente, arrastrando consigo a viejos amigos como Daz Dillinger y Kurupt. Nuevo y viejo sonido Los Ángeles frente a frente, y generando una química indudable. Un menú que se completa con la presencia de clásicos como Bootsy Collins («Hit Da Pavement»), Val Young (backing vocals en casi todo el disco) y Steve Arrington («1 Question?»), quien una vez más, demuestra lo incómodo que le resulta el traje del modern funk. Una aportación en la línea de Higher, su decepcionante proyecto junto a Dam-Funk, y con la que el amigo Arrington nos deja claro que ya no está para muchos trotes.
Pero más allá de los invitados, 7 Days Of Funk es sobre todo la crónica del encuentro artístico de dos artistas con un universo musical muy similar y que ambos exploran con total libertad. Dam-Funk dirige la función, y a él le corresponde la mayor parte de mérito en esta aventura. Capaz de devolver a Snoop a la excelencia artística del pasado pero, a la vez, colocarle en pleno siglo XXI, Dam abre una nueva ventana al futuro del Funk, más allá del olor a naftalina de Pharrell, Daft Punk y compañía. Y es que, aunque la alargada sombra de George Clinton o Prince se hace evidente, su trabajo lanza una mirada sincera y genuina a un género que desmenuza y reconstruye hasta encontrar su misma esencia, colocándolo con garantías en el nuevo siglo.
Un disco sobresaliente, que sorprenderá gratamente a los que se encuentren por primera vez con el trabajo de Dam-Funk, y que a buen seguro se colará como invitado de última hora a las sempiternas listas de lo mejor del año.