Fotografía by Timothy Saccenti

No hacía falta ser Nostradamus para adivinar que aquel chico desgarbado que con apenas quince años nos asombraba ganando la DMC de 1997, terminaría a la larga convirtiéndose en uno de los mejores deejays del mundo. Lo que sí resultaba mas difícil de calibrar era el posible recorrido que tendría la carrera de alguien que, gracias a su oído e intuición, terminaría por asumir antes que casi nadie la inevitable convergencia que iba a producirse entre la música negra y la electrónica. Y así, sea como DJ y productor, como parte de Duck Sauce, su proyecto junto a Armand Van Helden, o como CEO de su sello Fool’s Gold Records, A-Trak es como ha logrado mantenerse en el epicentro de casi todos los terremotos musicales de los últimos años; nadando en todas las aguas, pero manteniendo siempre una misma e innegociable perspectiva que, como siempre, quisimos que él mismo nos explicara.

 

UMOMAG.com: Vienes del hip-hop, pero para muchos tu nombre se asocia sobre todo a la música electrónica, dos géneros que en Europa siempre se han visto mutuamente con cierto recelo. ¿En cuál de los dos lugares te sientes más cómodo ubicado? ¿O quizá en ninguna parte en mitad de ambos?

A-Trak: Sí, estoy situado entre ambos. Mi carrera empezó en la escena hip-hop a finales de los 90, desarrollándose hasta la mitad de la década del 2000. Opino que la música que se ha editado en los últimos diez años no está tan definida por los géneros, aunque la música electrónica empezó a llamarme mucho la atención en torno a 2006. Desde entonces he mezclado los sonidos de ambas tendencias y muchos proyectos que hemos realizado para Fool’s Gold así lo demuestran. Sé que en Europa ha habido una cierta separación entre ambos durante bastante tiempo, pero acabo de regresar de mi gira europea hace unos días y creo que la escena está ahora mucho más mezclada, y me alegra porque es algo por lo que he luchado bastante tiempo.


UMOMAG: Muchos comenzaron a seguir tus pasos a partir de 2004, cuando comenzaste a ejercer de deejay para Kanye West. ¿Cómo crees que influyó en ti esa época de trabajo a su lado y cómo crees que influyó en él la perspectiva que le aportaste en aquellos tiempos?

A: Creo que nos influenciamos bastante mutuamente. Trabajando con él aprendí a tener una visión más global de lo que intentas hacer; siempre me interesaron las portadas, el merchandising, los vídeos, pero al colaborar con él me di cuenta de la importancia que Kanye daba a todas esas facetas, lo mucho que se involucraba en ellas. Eso me animó a hacer lo mismo en mis proyectos. Además, la pasión y el empuje son contagiosos y trabajar con él me hizo tener más ganas por solidificar mi carrera, por hacer una transición hacia mi siguiente etapa. En tercer lugar, hizo que mucha gente me conociese, me dio mucha exposición pública. Y también aprendí a trabajar con un equipo más grande, porque muchos deejays en la actualidad viajan con un tour manager, con un videógrafo e incluso con un asistente, y hace diez años era algo impensable; el DJ viajaba en solitario. Cuando trabajé con Kanye aprendí la importancia de trabajar con un equipo y cómo puede ayudarte; estaba demasiado acostumbrado a hacer todo por mí mismo y no pensaba en la necesidad de añadir nadie a mi equipo. Por otra parte, creo que expuse a Kanye a distintos tipos de música y subculturas a las que no estaba acostumbrado. En esos años, algunas escenas estaban más separadas que hoy, y Kanye se interesó mucho por el streetwear, por ejemplo, algo que a mí me llamaba mucho la atención. Durante muchos años, la electrónica no interesaba demasiado a los seguidores del hip-hop porque sonaba diferente, incluso fría; tendencias como el electroclash o el minimal house no interesaban a principios de la década del 2000 a los amantes del hip-hop. Pero yo empecé a trabajar con productores de electro e indie dance, a hacer mashups aportando mi toque hip-hop; cuando pinchaba tras una actuación de Kanye, esos sonidos empezaron a llamar también su atención y comenzó a usarlos pasando por su filtro hip-hop. La historia que casi todo el mundo conoce es que pinché en una de esas sesiones el disco de Daft Punk que dio origen a «Stronger».

UMOMAG: Siempre nos ha llamado la atención que tú y tu hermano (Dave 1 de Chromeo) hayáis acabado siendo figuras relevantes en la industria de la música, pero a través de caminos al menos en apariencia, muy separados el uno del otro. ¿Crecisteis en un ambiente muy marcado por la música en vuestra familia?

A: Sí. Mi hermano y yo tenemos una relación estrecha y escuchábamos música juntos, aunque ninguno de nuestros padres tuvo influencia musical en nosotros. La música fue importante en nuestra etapa de crecimiento pero no creo que mucho más que en la infancia de otros muchos. Nosotros descubrimos cómo adentrarnos en la música, nadie nos indicó cómo hacerlo.

CREO QUE LA MÚSICA ELECTRÓNICA HA LLEGADO A LOS EE.UU. PARA QUEDARSE. EVOLUCIONARÁ, PROGRESARÁ Y CONTAGIARÁ A OTROS SONIDOS

UMOMAG: Hace un tiempo contabas cómo fue tu evolución como productor, al principio inspirado por DJ Shadow, Madlib, RZA…usando samples y como de repente en 2006 decidiste dar el salto a los sintetizadores. Leyéndolo, en cierto modo parecía que estabas definiendo la evolución del sonido hip-hop en los últimos 10 años. ¿Crees que la influencia del cliché del sample, tal y como lo conocemos, ha desaparecido ya por completo del hip-hop?

A: No creo que haya desaparecido. El sonido del sampling siempre tendrá un lugar en el hip-hop, aunque ya no es la única opción; mucha gente hace beats sin usar samples. Pero no creo que se haya ido, cada año aparecen canciones que incluyen un sample, ya que éstos dotan al tema de un ambiente que no puedes conseguir de ningún otro modo.

UMOMAG: No hay duda de que el rap sureño ha sido uno de las influencias creativas fundamentales del rap y la música electrónica en los últimos años ¿Por qué crees que ha sido tan relevante su sonido en estos años? ¿Tiene algo que ver quizás la falta de prejuicios de estos artistas sureños a la hora de desarrollar nuevos sonidos?

A: Es difícil decir por qué pero en la música y el arte encuentras ciertas áreas, tendencias o ciudades que tienen mucha creatividad e inspiración. Si te fijas en el hip-hop, durante mucho tiempo la Costa Este y la Costa Oeste definieron la mayoría del sonido. Pero parece que gran parte de la creatividad proviene del sur desde hace algunos años; y puede que tengas razón, los productores y los MCs del sur quizá tienen una mente más abierta. Y eso es palpable, es contagioso. Tanto que el trap ha influenciado un poco a la música electrónica; es una música con muchos graves, que se adaptan perfectamente a la experiencia en vivo. Esos beats con esos graves profundos suenan muy bien en el club y eso es también contagioso.


UMOMAG: La música electrónica y todas sus subculturas es en Europa una influencia desde hace décadas para los mas jóvenes, pero en EEUU lo es desde hace unos pocos años. ¿Qué ha cambiado para que se haya producido esta explosión? ¿Crees que se terminará por diluir o es un cambio de tendencia definitivo?

A: Creo que la música electrónica ha llegado a los EEUU para quedarse. Evolucionará, progresará y contagiará a otros sonidos. No creo que desaparezca porque ya ha influenciado a una generación muy grande. Ha habido un par de veces en la historia donde se pensaba que la música electrónica iba a romper en Norteamérica, e incluso en los 90 algunos artistas consiguieron grandes éxitos. Pero ha sido en los dos últimos años cuando la escena ha despegado de forma definitiva; los festivales también han jugado un destacado papel, ya que hasta hace muy poco no existían festivales de música electrónica en este país. Creo que ha sido una combinación de factores: algunas canciones tenían un tinte pop pero con sonidos electrónicos y eso ha servido de catalizador, ha expuesto a toda una generación a esos sonidos futuristas. Y gracias a los festivales, la escena se ha ido asentando.