A$AP Rocky
AT.LONG.LAST.ASAP
RCA Records/Sony Music, 2015
Rap/Alternativo
Valoración: 6.5
Disponible en: Amazon | iTunes
A.L.L.A., acrónimo de At Long Last ASAP, llega a nosotros como última entrega de la serie iniciada por la mixtape Live.Love.ASAP ( 2011), y que tras la repentina muerte de Asap Yams, su gran mentor, puede que no conozca más capítulos.
Un álbum largo, quizás demasiado, en el que ha sabido rodearse una vez más con lo mejor del talento que tenía a su alcance. En lo musical, nombres previsibles como Hudson Mohawke, Mike Dean, Kanye West, Mark Ronson y Danger Mouse se unen a otros más sorprendentes como Dan Auerbach, miembro de los Black Keys, o el completo desconocido Joe Fox, en una alineación titular tan variopinta como desdibujada. Con sus elecciones musicales, da una vez más la sensación de seguir en la busca de ese punto de encuentro perfecto entre las tradiciones del bounce sureño y el boom bap East Coast, tan opuestos como condenados a entenderse. Una encrucijada estilística clave no sólo para explicar el nacimiento de colectivos como A$AP Mob, sino también para comprender la evolución del género en los últimos años. Con esta premisa, A.L.L.A pretenderá envolvernos de principio a fin en un oscuro viaje regado con syrup, éxtasis y ácido, que de tan rocoso hará inevitable una lenta y pesada digestión por nuestra parte.
Que nadie espere esta vez bangers como los «Problems» o «Wild For The Night» de aquel Long.Live.A$AP (2013); en esta ocasión A$AP Rocky ha optado por huir de cualquier guiño a las radios, ahondando en la parte más opresiva y árida de una propuesta, que por momentos parece morir de pura monotonía. Aun así, la maravillosa sensibilidad Pop de temas como «LSD», con la asistencia del gran Jim Jonsin en la producción, y la fuerza de ese «Electric Body» junto a SchoolBoy Q harán más respirable el ambiente. Pero puestos a destacar, será sin duda «Fine Whine» el track que mejor atrape la esencia original -entre melancólica y opiácea- de lo que ha sido, al menos hasta ahora, el «sonido» ASAP Mob. Beneficiado por un acertado guiño al screwed de Houston otro de los más reconocibles estilemas de A$AP- y bendecido por la presencia de Future y M.I.A, el tema se convertirá desde la primera escucha en el gran highlight del disco.
Como simple anécdota se quedarán la inopinada aparición de Rod Stewart («Everyday»), los erráticos devaneos de Kanye en su viejo sonido con «Jukebox Joints», y la irrupción post-mortem de Pimp C, en un featuring que de pura explotación, bordea lo ofensivo.
Un disco irregular, en el que el aburrimiento ha ganado a los puntos a la excelencia, y que entre su resultado y la reciente muerte de Asap Yams -el gran ideólogo del fenómeno A$AP- huele a cierre de etapa. Habrá que esperar al siguiente capítulo para comprobarlo.