Bilal
A LOVE SURREAL
Purpose/eOne Music, 2013
R&B/Soul/Funk
Valoración: 8.0
Disponible en: Amazon | iTunes
Quizá la industria musical se estaba preguntando si Bilal se tomaría otro largo paréntesis en su carrera como ya hizo entre su primer y segundo disco, y más cuando se metió en el estudio con unas pocas canciones y la intención de hacer un EP que no le comprometiera demasiado. Pero imbuido en esa tarea la música comenzó a fluir con tanta facilidad que el artista de Philadelphia consideró un error no completar un álbum entero. Y nació este A Love Surreal.
Ya su portada resulta un anticipo visual del universo sonoro que te encuentras al escuchar este disco. Inspirado en las obras del pintor catalán Salvador Dalí, Bilal ha querido dar un enfoque tridimensional a su disco, y lo siente como una pieza de arte sonora. Sin salirse de los estilos en los que se ha formado como músico, mezcla Soul, Funk y Jazz para crear una imaginativa redefinición del R&B. Se aleja de los temas de trasfondo social o personal que trataba en su anterior disco y decide cantar al amor y a sus diferentes estados. Y lo hace de una manera seductora. Con un adecuado uso del falsete que no llega a empalagar, disfruta y hace disfrutar de su voz doblándola o triplicándola, y se esmera en elegantes alardes durante largos fragmentos instrumentales.
Las primeras canciones del álbum, «West Side Girl», «Back To Love» (que fue lanzada como primer single), y «Winning Hand» resultan un entrante rítmico ligero y ameno. Gana protagonismo la guitarra en «Climbing», «Longing and Waiting» o «Slipping Away», llevando a esta última hasta un clímax apoteósico, y resultando impactante en «Astray». «Lost For Now» y «Never Be the Same» son las dos baladas por excelencia del disco. «Butterfly», en la que su amigo de la universidad y colaborador en cada uno de sus discos Robert Glasper toca el piano, es un remanso de paz placentero. Glasper también le acompaña en «The Flow» para cerrar un disco que, de la manera más clásica y sencilla, es puro R&B.
De esta forma Bilal consigue hacer sentir un amor surrealista por su música con una percepción tridimensional: sonora, emocional y sensual.