Elijah Blake
SHADOWS & DIAMONDS
Def Jam/Universal, 2015
R&B
Valoración: 7.0
Disponible en: Amazon | iTunes
Las sombras y los diamantes, tal y como reza el debut discográfico de Elijah Blake, destacan por encima de casi cualquier otra cosa. Las sombras de una vida que le ofrece tomar las riendas de la independencia pero a la vez teniendo que encarar la madurez dentro de la profundidad del mundo de la mujer que explora en este tracklisting.
Un dominicano-haitiano que se deja deslumbrar también por los diamantes de una vida veloz y a la vez traicionera. Ese mosaico de imágenes de la gran ciudad que descubre en Miami le hace querer encontrar su personalidad a fuerza de canciones intimistas pero a la vez enigmáticas. Detrás de ese falsetto esconde una voz que puede que no haga girar cabezas ni tímpanos de manera especial, pero sí que brinda unas tesituras perfectamente ensambladas en unos sintetizadores que nos retrotraen ese frío mundo en el que nos inscribimos.
«The Other Side», por ejemplo, es un viaje a esas latitudes en las que no es que no hayamos estado, pero que son un vergel de talento. Disco ambiental y conceptual, es agradecido a la escucha porque no tiende trampas al oyente, adolece de colaboraciones oportunistas y concesiones al trap más machacón. Al contrario, se nota que este mozalbete antes ya había visto el jardín antes de regarlo, con una mixtape, un EP (Drift) desde dentro y con la firma de canciones de artistas de la talla de Usher («Climax») o Alicia Keys desde fuera. Esta circunstancia le ha abierto de par en par las puertas de Def Jam y de No I.D., quienes han puesto sobre el tapete todos los ingredientes para brindarle la oportunidad de ser más un lover único que un player más.
El perfecto equilibrio entre lo lascivo y lo sentimental se ofrece en un trabajo pulido y en el que nada parece haberse planteado al azar. Para entendernos, es de esos discos que propicia abrir las ventanas de tu coche y dejar atrás ese mal trago emocional sin articular palabra ni por supuesto intentar imitar su personal estilo. Si no me crees, escucha «Uno», cierra los ojos y luego me lo cuentas. Eso sí, una vez hayas aparcado el coche.