Justin Timberlake
THE 20/20 EXPERIENCE 2
RCA Records/Sony Music, 2013
R&B
Valoración: 7.0
Disponible en: Amazon | iTunes
Resulta fácil pensar que tras el éxito del anterior volumen la discográfica trate ahora de atragantarnos con una buena colección de descartes. La sorpresa ha sido encontrarse con otro gran puñado de buenas canciones bien trabajadas.
El ya consagrado artista sigue emulando a su ídolo de juventud Michael Jackson no ya sólo en el protagonismo que da a sus bailes, sino también en sus sofisticadas producciones. No es para menos contando con Timbaland siempre a su lado en una relación profesional que ya es antológica, como lo fue en su momento la de Jackson con Quincy Jones. Y continuando con las comparaciones tenemos un primer single, «Take Back The Night», con sonido ochentero y giros vocales que nos son familiares. Un riff de guitarra rockero en «Only When I Walk Away» trata de convertirla en su “Dirty Diana”, pero carece de la suficiente fuerza. El tema «True Blood» es tan poderosamente visual que casi está pidiendo a gritos un videoclip de gran presupuesto, aunque le sobre tres minutos que podía haberse ahorrado. Vuelve así a caer en el error de alargar demasiado algunas canciones sin que se encuentre la necesidad de ello. Sin embargo en el lamento acompañado de violines que es «Amnesia» sus dos minutos finales se convierten en un justificado epílogo.
Las intervenciones de Drake en «Cabaret» y Jay Z en «Murder» no enriquecen dos temas de letras vacías, aunque se metan con la viuda de John Lennon. Las letras no es el fuerte del álbum, a excepción del hidden track «Pair Of Wings», cuya sencilla belleza lírica y melódica hacen incomprensible que lo hayan convertido en un tema escondido que hay que escuchar detrás de «Not A Bad Thing», un medio tiempo que narra una declaración de amor. «Drink You Away» tiene un estilo rock-country que rompe la monotonía. Destacables son la bailable «Gimme What I Don’t Know (I Want)» con su ritmo potente, y «You Got It On», de atmósfera envolvente y falsete a lo Smokey Robinson. La edición de lujo cuenta con una digna interpretación vocal de JT en la jazzística «Blindness» y una vuelta a sus inicios de chico de boy band en «Electric Lady».
Quizá ninguna de las canciones llegue al nivel de la maravillosa «Mirrors» del anterior álbum, pero un volumen complementa al otro y ambos enriquecen el conjunto.