La 57 edición de los BRITs nos dejó bastante fríos, o al menos esa es la sensación con la que nos quedamos después de las 2 horas y media que duró la gala de ayer. Por segundo año consecutivo fue retransmitida en streaming (y en directo) por YouTube desde el O2 Arena de Londres, UK.
Hubo dos nombres propios. David Bowie, fallecido el pasado año y que recibió -a ´título póstumo- los dos premios más importantes de la noche, Mejor Artista Británico Británico y Mejor Álbum por Blackstar. Y por otro lado, el cuarteto femenino Little Mix, formado a raíz del talent show ‘The X Factor’ (2011), que se coronó al conseguir el deseado premio al Mejor Single Británico por su himno «Shout Out To My Ex».
Otros premiados fueron Emeli Sandé (Mejor Artista Británica Femenina), Rag’N’Bone Man (Artista Revelación) y A Tribe Called Quest (Mejor Grupo Internacional).
Las destacadas ausencias de Beyoncé (Mejor Artista Internacional Femenino), Drake (Mejor Artista Internacional Masculino) o Adele (Global Success Award) hicieron que la fiesta de la música británica fuera algo mas descafeinada de lo habitual; ninguno de los tres pudo ir a recoger su premio.
También hubo luces y sombras en las actuaciones. ¿Lo mejor? The Chainsmokers & Coldplay estrenando su esperada colaboración «Something Just Like This», Ed Sheeran con Stormzy como invitado sorpresa, Skepta representando a los artistas de Grime con «Shutdown», Bruno Mars rememorando los años dorados del R&B con «That’s What I Like» y una desgarradora Emeli Sandé con «Hurts».