Llora el mundo del jazz la muerte del «Rey del Blues», B.B. King. Nacido Riley B. King en Itta Bena, Misisipi, ha dejado esta vida a los 89 años en la ciudad de Las Vegas. Llevaba más de 74 dedicados por entero a la música, y desgraciadamente ya suspira su ausencia su inseparable guitarra eléctrica, su amada Lucille.
Se fue después de haberse erigido como uno de los mejores guitarristas del mundo, aunque bajo la humildad que siempre lo caracterizó no quiso creerse esos cumplidos, sin embargo para Erick Clapton, Jimmy Hendrix, Budy Guy, Santana y muchos más, B.B. era un ídolo. Tanto es así, que a lo largo de su carrera ha sido premiado con un total de 15 premios Grammy.
Hijo de agricultores, King abandonó su tractor en una plantación de Misisipi para convertirse en disc-jockey en Memphis y empezar a hacer carrera en lo que a él le gustaba, la música. Con 16 años se compró su primera guitarra y desde ese momento, su proyección como guitarrista y cantante se vio abocada al éxito. «The Thrill Is Gone», «Lucille», «Everyday I Have The Blues», «Paying The Cost to Be The Boss», «3 O’Clock Blues», y un grupo amplio de canciones y acordes quedarán para siempre en la memoria de sus devotos, pues supo B. B. llevar como nadie el blues a todas las castas.
Decía que el mejor método para viajar era la música, y prueba de ello es lo que le gustaba rodar por las carreteras y subirse en un escenario. Durante toda su carrera B. B. King realizó más de 300 conciertos por año alrededor del mundo, aunque durante los últimos meses debido a su enfermedad (era diabético), no se subía al escenario, desde octubre del año 2014 tuvo que cancelar su gira por este motivo.
Se casó dos veces, una con Martha Lee Denton y otra con Sue Carol Hall. Tuvo un total de 15 hijos, entre naturales y adoptivos, a él le sobreviven 11. Deja viuda a su inseparable Lucille, la que con sus seis cuerdas lo hacía feliz, hoy ella está en silencio, está de luto, llora por la ausencia de su B. B. King.