Había ganas de ver en directo a la gente del colectivo gallego Norweside. Y no es para menos ya que los trabajos que han editado este año Watios (Peace Of Mind) y Charlie Tzara (Dadá) son dignos de mención. No venían solos ya que el atractivo tándem que forman Wax Dee y D.L. Blando cerraba un interesante cartel dentro de la apretada agenda de conciertos que posee Madrid y más en estas fechas.
Puede que esto último explique de algún modo (reflexiones externas a parte) la más que escasa afluencia de público que se dio cita en un Café La Palma que, lejos de convertirse en una sala fría y distante, supuso el lugar idóneo para disfrutar de un show cercano, casi familiar gracias a la actitud de unos artistas que supieron capear la situación perfectamente, lo cual se agradece y mucho.
De esta guisa el productor Wax Dee ponía la primera piedra del proyecto preparando el terreno idóneo para que D.L. Blando nos recordase a qué suena la maqueta Crate Keepers editada en abril del pasado año (esperamos el LP con ganas, chicos). Algo más de media hora de concierto bien ejecutado, sin fallos y que servía de antesala para que Charlie Tzara acompañado de Judah a los platos desmontase Dadá corte a corte siendo «Parriba», «10000 km» o «Strike Out» de las más destacadas del lote. Se echó en falta «Asientos de Cuero», track en donde colabora Sago aunque bien es cierto que actuando este último de forma seguida no es algo que suela realizarse en un directo. A pesar de esta nota puntual, Tzara demostró por qué es uno de los pesos pesados de la escena gallega gracias a su gran actitud y a las tablas sobre un escenario que le acompañan desde que suena el primer tema. Similar a D.L. Blando, casi 40 minutos después finalizaba su actuación sin atisbo de nuevos asistentes en la sala. Una lástima.
Servidos los dos primeros platos quedaba sitio y muchas ganas para el postre (que en este caso copaba un lugar principal dentro del menú). Watios saltaban a escena con su Peace Of Mind bajo el brazo teniendo la etiqueta de ser uno de los trabajos más destacados en el inicio de este 2013. Así, uno a uno fueron sonando los temas bajo la mirada cómplice de los que allí nos juntamos, quienes pudimos ver el buen quehacer de un Ponte que apoyó perfectamente a Sago en los coros y que hizo lo propio soltando algún corte en solitario como ese gran «Disneyworld» producido por Kongo Lacosta. Un buen directo que se cerró como tenía que ser, con «Saturno» de fondo acompañada por «los pocos pero locos» que nos acercamos a disfrutar de un evento que, tristemente, no gozó de la repercusión que se merecen unos artistas que actuaron como si delante de 1.000 personas se encontrasen. Chapó, gracias y hasta la siguiente (que seguro será mejor) gente de Norweside.