Matices entre Brasil y Cataluña, sonidos íntimos y ritmos bailables en una combinación de buenas vibraciones y amor latente por la música. Esta fue la puesta en escena de Sara Pi en la Sala Foyer del Liceu de Barcelona como parte de la nueva iniciativa cultural «Músiques Sensibles». Un directo que se ha consolidado con el tiempo, y que así queda demostrado con un aforo completo y las entradas agotadas.
Sumidos en la total oscuridad, la expectación ante la entrada de los artistas fue notoria, y entre aplausos irrumpían en la sala todos los componentes de la banda excepto la voz, Sara Pi. La luz llegaba por fin al escenario para presentar el directo con una breve introducción de «Wake Up» que, entre lo onírico y lo misterioso, sirvió para dar la bienvenida a Sara, que subía radiante a escena para empezar la velada con «Be Who I Am» y «Belly Queen».
La exquisita banda de músicos no dejó lugar a dudas de que el trabajo bien hecho ha dado como resultado un directo fuerte y profesional, aunque Sara y Érico Moreira dejaron claro con un relajante dúo, en el que versionaron temas como «Redemption Song» de Bob Marley, que pueden mantener la atención del público con tan sólo dos voces y una guitarra.
Tras ese momento íntimo, el concierto alternó las diferentes facetas de la artista catalana bajo el cobijo de su banda: Sara, entre el actual single «Wake Up» y el ya clásico y siempre bien recibido «Neguinho», Sara al son de «Dimensional Exodus» y «Tudo Bem», Sara, profunda y delicada en «I Adore You» y «Puedo Volar».
Versátil y divertida pero siempre Sara Pi, la artista consiguió llenar de calor una sala fría y en ocasiones siniestramente abstraída en la penumbra por un juego de luces y oscuridad absoluta no muy conseguido que, si teóricamente pretendía crear un clímax de misterio entre artistas y público, más bien invitaba en determinados momentos a la inquietud, a la incertidumbre y, en los peores casos, a la desconexión absoluta.
Carisma y estilo, elegancia y ritmo. Sara Pi volvió a transmitir gratas sensaciones con una enérgica puesta en escena llena de cariño. Un concierto ideal para disfrutar con un buen cóctel en la mano.