No son un grupo que necesite demasiadas presentaciones. Simon Ratcliffe y Felix Buxton, integran una de las formaciones más longevas de la música electrónica británica. Justo cuando se cumplen dos décadas de su formación, Basement Jaxx apuran los últimos días en el estudio antes de la inminente publicación de su séptimo trabajo, Junto. Charlamos largo y tendido con estos dos veteranos sobre su nuevo proyecto y otros asuntos candentes como los altos cachés que se pagan en Ibiza, la EDM, los servicios de streaming o la actual escena inglesa.

 

UMOmag.com: Justo este 2014 celebráis el 20 aniversario de la formación de Basement Jaxx. ¿Qué balance podéis hacernos de estas 2 décadas como BJ? ¿Sigue existiendo aquel club de Brixton del que proviene vuestro nombre artístico o desapareció?

Basement Jaxx: (Simon Ratcliffe) Bueno, creo que somos dos personas muy diferentes, que vemos las cosas de modo distinto. Pero dejamos que cada cual sea como es, nos divertimos con lo que hacemos e intentamos hacer cosas nuevas. La verdad es que el tiempo ha pasado volando (sonríe). Nos centramos en lo que hacemos en este momento sin pensar demasiado en el futuro; nos enfrentamos a las situaciones según vienen y aquí estamos.

No, no. Íbamos a ese tipo de pubs porque eran muy baratos. Pero ahora son negocios diferentes, son supermercados; el lugar ha cambiado mucho. Ahora trabajamos en King’s Cross, al norte de Londres; es una zona que nos encanta, tenemos una buena vista de la ciudad.

UMOmag: ¿Y cómo ha cambiado la zona de Brixton, la cual os vio crecer musicalmente, en estas dos décadas?

BJ: Es diferente aunque no tanto, la verdad. Brixton tiene muchas caras distintas. Cuando comenzamos allí, puede que no fuera el típico lugar donde la gente quiere ir; más tarde se puso bastante de moda y abrieron muchos clubs y bares en la zona. A finales de los 90 y principios de siglo era un lugar bastante tranquilo y después la gente volvió a abandonar la zona, volvió a ser un lugar poco cool. La parte este de Londres se hizo entonces más popular, con la visita de muchos estudiantes. Y ahora, Brixton ha vuelto a molar. Las zonas se ponen de moda de repente y luego caen en desgracia. Pero Brixton es un lugar que me gusta, cuenta con la comunidad afrocaribeña más grande de Europa; es un sitio interesante, con gente que ha vivido allí desde hace 50 o 60 años y con otros que se mudan allí por ir de vanguardistas. A veces hay fricciones por eso pero, como te digo, es un sitio que me gusta.

UMOmag: Con las separaciones de otras reconocidas formaciones como Swedish House Mafia o Crookers, ¿cómo se gestiona una relación profesional como la vuestra, de tantos años? ¿Sois casi como una pareja?

BJ: (Simon) Es un poco lo que antes te comentaba. Felix y yo nos respetamos mutuamente, intentamos no pelear y nos damos espacio. Hemos logrado algo porque hemos funcionado de ese modo y, por tanto, hay que respetarlo. Tenemos sentido del humor, somos algo así como el ying y el yang.

UMOmag: Vuestra manera trabajar, ¿seguís una misma fórmula para cada canción o alternáis los parámetros?

BJ: No, depende. Hay canciones que empiezo yo, bien en casa o en el estudio, y se las enseño a Felix. Pensamos si hay que ponerle letra, hacer un arreglo u otro, etc. Pero en otras ocasiones ocurre al contrario: Felix tiene una idea, me la pone y yo comienzo a hacer cosas con ella. A veces trabajamos juntos desde el principio, otras veces trabajamos con compositores o cantantes… En ocasiones tenemos un beat que nos gusta y lo convertimos en canción; pero también hemos compuesto canciones a partir de una simple guitarra, de modo tradicional. Cada vez es algo distinto.

UOmag: ¿Hay una mayor responsabilidad para con el público y uno mismo cuando lanzas un séptimo álbum que cuando es el primero o segundo?

BJ: Es muy diferente. En el primer álbum nadie sabe qué esperar, nadie espera nada. En cierto modo eres libre ya que no existen las expectativas. Cuando sacas tu séptimo disco o han pasado 20 años, eres libre porque puedes probar casi cualquier cosa que se te ocurra y trabajar con quien te dé la gana, pero a la vez tienes que intentar cubrir las expectativas asociadas a ti. Sabíamos que en este álbum podíamos relajarnos un poco más, sin preocuparnos demasiado porque las cosas han cambiado mucho; hay una nueva generación que está al mando y mucho de ellos ni conocen a Basement Jaxx. Ha sido casi como empezar de nuevo, en cierta medida.

UMOmag: ¿De qué manera habéis enfocado este disco respecto a los anteriores? ¿Qué objetivo os marcasteis en el proceso de elaboración de ‘Junto’?

BJ: Queríamos que el álbum fuese brillante, positivo, que mirase al mundo que nos rodea. Nuestro estudio tiene muchas ventanas que miran hacia el mundo exterior. La cosas que hacemos tienen cierta repercusión y por eso tenemos la responsabilidad de comportarnos de modo decente, bueno. Ha sido divertido trabajar en el disco, es un trabajo fácil de escuchar; también queríamos que se pudiese pinchar en nuestras sesiones. La música dance con la que se nos asocia está de nuevo en boga y era el momento de hacer un disco de baile, que fuese divertido y positivo.

UMOmag: El factor de que casi todas las voces que aparecen en el álbum sean desconocidas para el gran público, pudiendo haber recurrido a artistas de renombre como sucedió en ‘Scars’ (Kelis, Sam Sparro, José James, Eli Paperboy), ¿a qué se ha debido?

BJ: Al principio, con nuestros primeros tres álbumes, siempre trabajamos con gente que acabábamos de conocer, que no eran en absoluto famosos. Y la verdad es que preferimos usar esa fórmula, trabajando con gente que nadie conoce. Es más original. Es cierto que en Scars trabajamos con artistas más conocidos y puede que fuera más sencillo en el sentido que nos limitábamos a llamar a artistas ya establecidos; nuestro contacto con ellos era menor que cuando colaboramos con gente nueva. Pero en este trabajo hemos intentado volver al espíritu de nuestro primer álbum, Remedy; salir un poco del mundo corporativo. Hoy, casi todos los discos están llenos de artistas conocidos, es un poco cínico, la verdad. Es demasiado obvio y nosotros queríamos huir de eso presentando voces que no se asocian con nada; es la forma más natural que Basement Jaxx tiene de trabajar.

UMOmag: En este apartado, ¿tenías claro quiénes iban a ser las voces para cada track o fue surgiendo a medida que ibais terminando cada una de las instrumentales?

BJ: No, no. Hemos trabajado en el álbum durante dos años y cada semana venían al estudio dos o tres cantantes diferentes. Probamos a todo el mundo, puede que alguien en la estrofa y otra persona en el estribillo. A veces decíamos: “Necesitamos un grito en esta canción. ¿Puedes grabar un grito rápido, por favor?”. Grabamos cientos de cosas y no sabíamos quién iba a sonar mejor o quién iba a aparecer en tal o cuál tema. Al final dejamos las canciones de la manera que más nos gustaron. No planeamos nada de antemano.

UMOmag: “Power Of The People” es uno de los temas más étnicos y multiculturales del álbum. Con todo lo que ha acontecido últimamente en Israel, Gaza, Ucrania…¿pensáis realmente que el poder reside en la gente y no en las fuerzas políticas?

BJ: Por supuesto. Creo que la gente tiene el poder, puede elegir cómo comportarse y si te comportas bien, tendrá un efecto. Cada acción es importante; puede que sea algo minúsculo pero quizá tenga un efecto muy importante sobre alguien. La gente tiene la responsabilidad y si se comporta de cierta forma, eso influirá también en el comportamiento de los políticos.