A pesar de que le preguntamos por el cambio generacional y el presunto letargo del R&B, Donell Jones se muestra positivo y confiado en que su música llegará con tanta fuerza como antaño. Quizás sepa, como nosotros, que lo bueno no abunda y, por ello, quiera reivindicarse con un sonido sin dobleces, con unas letras sinceras y con esa voz que le hizo ser uno de los puntales de la escena hace casi una década. Tiene claro que sólo el fuerte sobrevive y por ello no tira la toalla. Y eso le honra.
UMOmag.com: Uno de tus álbumes se llama Where I Wanna Be. ¿Puedes decir que ahora estás dónde querías estar o te sientes el artista más subestimado del R&B como dicen algunos de tus seguidores?
Donell Jones: No me siento así en absoluto, opino que sentirse subestimado sería un estado mental. Creo que me encuentro en el lugar donde quiero estar en este momento de mi vida, y es un bonito lugar; no vivo en el pasado, sino que me centro en el presente…
UMOmag: «U Know What’s Up» fue el principio de todo. Le debes mucho a esa canción. Pero… ¿ha llegado a pesar en tu trayectoria como algo «insuperable» en cuanto al éxito cosechado?
DJ: Es una canción que me proporcionó mucho éxito, pero cada vez que hago un álbum intento mantenerme consistente y crear música que llegue a la gente. Y espero que el público se quede con eso.
UMOmag: El Donell Jones que llega a casa después del estudio. ¿A qué se dedica al margen de la música? ¿Cómo es la vida en Atlanta?
DJ: Mi estudio está en mi casa y me paso la vida en el estudio. Si no estoy en el estudio, quizá estoy investigando o aprendiendo alguna cosa, es algo que me gusta mucho; es muy probable
Soy de Chicago pero vivo en Atlanta y aquí grabo. Es un sitio estupendo, con buena climatología y una gente encantadora. Disfruto de mi vida en esta ciudad.
UMOmag: Las grandes voces parece que están ahora en un segundo plano. Hablamos de los llamados veteranos, sin citar nombres. ¿Imperan ahora mismo más los criterios musicales que la calidad vocal del cantante?
DJ: Si te digo la verdad, y hablamos de la etapa en que se encuentra la música ahora mismo, creo que es más importante la cantidad de música que se edita que su calidad. Opino que hay mucha gente que no se centra demasiado en la calidad porque hay demasiada música disponible, y así tienden a olvidarse de la calidad de esa música… Pero creo que las cosas están cambiando; la gente está regresando a sus orígenes, a quién es de verdad, y se da cuenta que no todo se trata de la cantidad de material editado, sino que la calidad y los pequeños detalles son muy importantes.
UMOmag: La industria musical no ha sido muy «justa» con artistas como tú, Kenny Lattimore, Calvin Richardson, Montell Jordan… Todos vosotros hicisteis grande al R&B en el pasado, pero ahora las cosas han cambiado. ¿Cuál es tu sensación al respecto?
DJ: Es quizá el mundo en que vivimos, como suele decirse: «Ojos que no ven corazón que no siente»… Pero la industria musical es también un negocio que hay que mantener fresco y novedoso. Y a veces tiende a olvidarse de quienes realizan buena música; no se trata tanto de la música, sino de la cuestión monetaria. Por tanto, entiendo que ese sea el objetivo de negocio, pero la verdad es que no me molesta demasiado, ya que quienes quieran escuchar lo que ofrezco, sabrán dónde y cómo encontrarlo.
UMOmag: ¿Quizás el problema sea que debería de pesar más el talento por encima de otros factores, que no son estrictamente musicales?
DJ: Creo que el verdadero talento tiene que salir a la luz. Pero soy realista y consciente de la dimensión de negocio que tiene la industria musical; hay que entender que a esa industria le interesa la pasta, aunque a nosotros lo hace la faceta artística, el publicar material que signifique algo para nosotros. Aunque a ciertos artistas lo único que importa es el dinero, y es fácil de identificar cuando escuchas ciertas cosas o ves unos canales determinados, si el artista ha puesto su alma y corazón (o no) en el producto final o si se trata simplemente de un tema que se ha lanzado porque sí. No se puede demonizar a la industria discográfica por lo que es, porque al final se trata de un negocio, ¿sabes? Pero en mi caso ofrezco mi alma en mi música, es lo que quiero destacar en ella y espero que el público lo perciba así.
UMOmag: Has hecho canciones de otros artistas como por ejemplo «Knocks Me Off My Feet» de Stevie Wonder. ¿Te atreverías con un disco de versiones, eso sería el «principio del fin» o simplemente no se te ha presentado esa oportunidad?
DJ: La verdad, lo dudo. Me gustó la versión que hicimos de ese tema de Stevie, aunque se supone que no iba a incluirse en el álbum, fue sólo una canción que grabé para ayudar a otro artista y acabó en mi disco. Cuando haces una versión o una remezcla suele ser muy difícil capturar lo que ha hecho ya otro artista. Para mí, Luther Vandross fue el mejor en ese campo, y no creo que vuelva a existir otro Luther; era capaz de tomar la canción de otro y convertirla en algo propio.
No creo que nada sea el principio del fin a no ser que lo hagas premeditadamente, aunque vuelvo a repetirlo: para versionar las canciones de otros me tendría que sentir cómodo de verdad y dar con algo que se adaptase a mí vocalmente. Es muy difícil capturar las emociones y sentimientos que esconde lo que alguien ha hecho ya; me resulta más sencillo cantar mis propios temas, porque se refieren a alguna situación que he vivido y mi corazón se muestra en ellos. Las emociones afloran porque he pasado por esas vivencias, es algo lógico.