Fue a finales del 2012, con el gélido invierno, cuando llegaba a nuestros oídos una canción llamada «Hey Now». Un par de meses después lo haría «Metal & Dust». Nuestra expectación y curiosidad iba en aumento; excelente música de facturación británica pero con el enigma de saber quién o quiénes se escondían tras las siglas LG (London Grammar). Con el interrogante resuelto y su esperadísimo álbum debut If You Wait (Metal & Dust/Ministry of Sound) ya en las tiendas, llega la hora de «desnudar» a una de las bandas independientes del momento.

 

UMOmag.com: Ahora que ya podemos poner cara a Hannah Reid (vocalista), Dot Major (productor/músico) y Dan Rothman (guitarrista)…¿quiénes son realmente London Grammar? ¿Cómo os conocisteis y empezasteis esta «aventura» musical?

London Grammar: Nos conocimos cuando estudiábamos en la Universidad de Nottingham. Comenzamos tocando versiones en pubs y clubs de Nottingham y Londres y poco a poco empezamos a componer nuestro propio material. Las cosas dieron un giro radical cuando fuimos descubiertos en la prueba de sonido para una actuación en un pub de Camden. Tras eso, decidimos tomarnos el tiempo suficiente para componer y grabar nuestro álbum, proceso que duró unos dos años.

UMOmag: «Hey Now» seguramente sea el tema con el que la gente identifique o haya descubierto a London Grammar, pero creemos que la canción que mejor os define como grupo es «Wasting My Young Tears». ¿Compartís esta opinión?

LG: No estoy muy seguro. Decidimos lanzar «Hey Now» en primer lugar porque pensábamos que era el mejor resumen de London Grammar. Y dura tres minutos y medio.

UMOmag: ¿Cuándo llegó el momento en el que dijisteis aquello de «vamos a dedicarnos a esto por completo»? ¿Se os pasó por la mente que podríais vivir de la música?

LG: Decidimos hacerlo al dejar la universidad, cuando fuimos a grabar unas demos a Londres. Poco después conseguimos un mánager y algunos sellos discográficos mostraron su interés; parecía obvio que teníamos la oportunidad de vivir de la música. Aunque, antes de todo eso, era un sueño lejano. Un sueño que ahora nos sentimos afortunados de vivir.

UMOmag: ¿Cómo se consigue tal notoriedad siendo un grupo independiente? ¿Os está resultando difícil no «perder la cabeza» cuando estáis en boca de todo el mundo?

LG: Debemos de agradecérselo a Internet… De puertas adentro, ese hype que nos rodea no nos parece algo real y por tanto es sencillo conseguir que no nos afecte demasiado. Ahora, con el lanzamiento de nuestro álbum, la presión va en aumento. ¡Esperamos saber lidiar con ella!

UMOmag: Podemos afirmar que «la espera ha merecido la pena», en referencia a vuestro álbum debut If You Wait. ¿Estáis satisfechos con el resultado final? ¿Se han quedado muchos temas en el tintero?

LG: Estamos muy orgullosos del resultado final. Pero somos perfeccionistas con nuestra música; podríamos haber seguido grabando y dando vueltas a las cosas. Hay ciertos temas que no pudimos acabar a tiempo para el álbum y puede que los usemos en un proyecto futuro. Siempre que grabemos otro disco, claro está.

UMOmag: Una de las cosas que nos llama la atención es la forma en la que está grabado, parece más un álbum en directo que un trabajo de estudio. ¿Cómo habéis conseguido ese sonido? ¿KD y Tom Coyne son los responsables?

LG: Es una buena forma de verlo. No creemos que suene realmente «en vivo», pero nos alegra que vosotros lo creáis así. Hay un par de canciones del disco que fueron grabadas casi en directo, lo que sin duda ayuda a conseguir ese ambiente. Las mezclas de KD dan al álbum bastante mordente, algo totalmente vital para el sonido global del disco.

UMOmag: La conexión que existe entre vosotros es patente en los 11 tracks de If You Wait. ¿De ahí que no hayáis querido involucrar a nadie más en el proyecto, solamente los 3? ¿Sois celosos de vuestro trabajo?

LG: Hemos trabajado con un par de productores, Tim Bran y Roy Kerr. Fueron muy importantes para sacar lo mejor de nosotros. Su experiencia fue crucial porque nos ayudaron a conjugar todas nuestras ideas en el producto final. Pero a la hora de componer y arreglar nuestra música somos bastante privados. Nos consideramos una banda «tradicional»; es así como trabajan las bandas.