Janelle Monáe
THE ELECTRIC LADY
Bad Boy/Atlantic Records, 2013
R&B/Funk/Soul/Pop
Valoración: 8.0
Disponible en: Amazon | iTunes
Janelle Monáe lo ha vuelto a hacer, ¿o deberíamos decir Cindi Mayweather? Es igual, sea quien sea esta semiciborg oriunda de Kansas City, ha regresado del año 2719 por un tiempo estimado de más de una hora. Todo aquél que no esté preparado para deleitarse por tanto tiempo entre un vaivén de géneros como el neo-soul, el jazz, R&B, funk y hip-hop, no tendrá problemas, The Electric Lady es un disco rápido y absorbente.
Es verdad que no estamos hablando de un trabajo como el de The ArchAndroid, su primer álbum, cuya sublimidad rebosaba por las cuatro aristas del disco. Sin embargo éste, al que tampoco se le puede reprochar mucho, es una nueva entrega de la saga creada con su primer EP, Metrópolis: Suite I (The Chase), en esta continuación incluye la «Suite IV y V«. Se trata de una epopeya muy original con la que Janelle se convierte en su alter ego, Cindi Mayweather, una especie de androide venida del futuro para liberar a los ciudadanos de Metropolis de todo tipo de yugos internos que provocan el rechazo a lo distinto.
En parte lo magnífico de este trabajo es el elenco de artistas que colaboran con ella, entre ellos Prince quien a parte de acompañar a Monáe en la voz, ameniza con su guitarra «Givin Em What They Love». Miguel (el hombre del momento) combina a la perfección con el tema «Primetime», Erykah Badu hace lo propio en «Q.U.E.E.N» y Solange (de la familia Knowles, pero mejor Solange), destaca en el sonido disco que emana «Electric Lady». Loable el inconfundible toque de la jazzística Esperanza Spalding, aparte de contar con músicos interesantes de la talla de Trombone Shorty, entre otros muchos.
En cuanto a la voz de Janell, sólo se puede decir: excelsa. Las colaboraciones, destacan por su armoniosidad, donde ella en ningún momento queda rezagada. Por otro lado, canciones como «Ghetto Woman» o «Dance Apocalyptic» le sacan el regusto al disco.
Este álbum, como todo lo que hace Janell Monáe tiene mucho de conceptual. Con el formato de un programa de radio, a través de tres intros se va interrumpiendo el curso de las melodías con supuestas llamadas en directo, o anuncios (créanme que se agradece). Recuerda un poco (poquísimo) al The Who Sell Out de The Who, allá por finales de los sesenta.
No cabe duda una vez más, que la ayuda proporcionada desde sus inicios por Big Boi y la apuesta realizada por la discográfica de P. Diddy, se ven recompensados con los grandes resultados de esta gran artista.