Pusha T

MY NAME IS MY NAME

G.O.O.D. Music/Def Jam, 2013

Rap

Valoración: 8.5

Disponible en: Amazon | iTunes

El debut de Pusha T con G.O.O.D Music era un larga duración esperado por muchos como agua de mayo. Tras un hiatus de varios años desde su última referencia oficial, la expectación era máxima ante el regreso de uno de los principales representantes de ese rap 2000s que ya se vislumbra como lo siguiente a reivindicar, tras la saturación noventera de los últimos años.

Como no podía ser de otra manera, Kanye West ha puesto la alfombra roja para que el regreso del de Virginia a la primera plana de la industria esté a la altura de las expectativas. A tenor de las aportaciones de producción realizadas -es un decir- por Kanye, en el tracklist no faltan los Swizz Beatz, The-Dream o por supuesto Pharrell, pero es Hudson Mohawke -a quien ya hemos visto brillar recientemente en el disco de Drake- quien se lleva la atención con su increíble trabajo en «No Regrets» o «Hold On», dos de los temas más poderosos del álbum.

Con la evidente supervisión de Mr. West y su equipo, con No ID y Mike Dean al frente, Pusha nos ofrece un disco musicalmente preciso, en el que los beats encajan como un guante a su incontestable músculo lírico, pero que a la vez, no se separan un ápice del discurso sonoro de G.O.O.D Music en estos últimos tiempos.

En lo lírico Pusha transita por los caminos habituales de su personaje con Clipse, pero que ahora, ha evolucionado desde aquel gangsta rap dosmilero hacia terrenos algo más neutros, aunque siempre con el universo de la cocaína como eje central de su discurso. «Nosetalgia» junto a Kendrick Lamar, es el perfecto ejemplo de este coke-rap de la nueva década que Pusha parece querer proponernos con este álbum, por el que también se pasean reconocidos Cocaine Cowboys como Rick Ross o Young Jeezy.

Y si te estabas preguntando donde estaba Future…confirmarte que, efectivamente, el MC/cantante de Atlanta no ha faltado a su cita completando su ciclo de featurings en las principales referencias urbanas del presente año. Sin embargo, el estribillo y funcional puente al que se ve reducida su presencia en «Pain» sabe a bastante poco, y nos deja con ganas de más Future y Pusha en el, nunca mejor dicho, futuro.

Un disco corto, doce temas tan sólo, en el que G.O.O.D Music nos ofrece lo mejor de su catálogo por medio de uno de sus primeros «espadas». Esta vez sí, más allá de sus habituales mamarrachadas, Kanye y su criterio han dado en el clavo.