Como si de una reunión en un café donde suena cualquier otra cosa, unos amigos hablan de música, ésta vez sin llegar a las manos como antaño. Cada uno, con lo suyo, con sus estigmas, con sus errores melómanos, pero con una misma conclusión: «Prince lo parte en las baladas».
Parece una película de Tarantino con una de esas aparentemente intrascendentales charlas, pero aquí no se habla de Madonna, se habla del ‘Príncipe de Minneapolis’. Enemigo acérrimo y declarado como soy de los rankings al referirse a artistas de este calado (y tan prolíficos) he de decidir mis 5 baladas de este metro y medio lleno de genialidad.
No me tiren piedras si no coincidimos, la lapidación sería injusta dado que he empleado mucho tiempo en decantarme y eso merece tu respeto máximo.