EMPIRE, la serie que la FOX programó va a hacer ahora un año engancha como una droga dura y atrapa como las garras de un león. Lyon precisamente es el apellido de una dinastía llena de tormentos, cuentas que saldar, orgullo, vanidad y arrogancia muy «blaxploitation». Terrence Howard lo borda en el papel de mogul al que de vez en cuando chulea su propia familia, pero que lo acaba disipando con golpes de efecto al más puro estilo gangster.
La acción, por supuesto, transcurre en Nueva York, y el Hip-Hop actual es la fuerza que mueve los designios de la acción, el ritmo que maniata a los protagonistas una y otra vez, sucediéndose las acciones a una velocidad endiablada, lo que la convierte en, por momentos, incluso cómica.
Sin embargo, si estás hasta la bola de escuchar a tu vecino rapero insistir en que la veas y que esperes como él, como agua de mayo cada episodio (los miércoles en EEUU y los domingos en España), nosotros te damos cinco razones adicionales para que no te la pierdas. Eso sí, en versión original. Allá van.
1. EL SEX APPEAL DE TERRENCE HOWARD & TARAJI P. HENSON
Los dos protagonistas, ex pareja, se quieren y se odian con idéntica intensidad. Más bien lo segundo. Pero la manera en la que se putean es tan estilosa que te hacen contemplar el masoquismo mental como forma de relacionarse. Él, con sus trajes caros, impecables, y ella como una especie de Foxy Brown de 2015, con las garras bien afiladas, aunque en el fondo sean tan dependientes emocionalmente como cualquier otro de sus descarriados y consentidos hijos.
2. LOS CAMEOS NADA ACCESORIOS
Quizás las patéticas apariciones de Ne-Yo y de Pitbull sean las que menos queramos recordar, pero tanto Naomi Campbell, como Chris Rock, Courtney Love, Cuba Gooding, Jr como Anthony Hamilton o Jennifer Hudson hacen que cuando les veas no sólo esboces una sonrisa sino que hagas una señal de aprobación al estar parte del Star System actual del Show Business. Y digas… ¡así sí! Memorable el papel de convicto de Chris Rock.
3. LA CALIDAD DE LAS ESCENAS MUSICALES
Dos de los tres hijos de la saga cantan: uno rapea (Hakeem) y el otro canta (Jamal). Uno es muy gallito y el otro es más bien gay, pero no quiere que de ninguna forma le condicione. Se enfrentan, se reconcilian, pero cuando actúan… la calidad de los números musicales es indudable. Y eso es de agradecer. La mano de Timbaland detrás de las cámaras se nota en esta parcela.
4. EL DESCARO DE LOS DIÁLOGOS
Los guiones, a pesar de que algunas veces rozan la inverosimilitud por la rapidez de los sucesos, tienen unos textos realistas, naturales y muy reconocibles en el mundo real. Cae en los vericuetos de la telenovela, pero lo hace con unos guiones muy conseguidos, no ya en el desarrollo de la acción, sino en la forma de expresar lo que está acaeciendo.
5. LOS OUTFITS DE LOS PERSONAJES
El wardrobe de la dinastía Lyon es «lo puto más». Nadie puede con los tacones de Cookie Lyon ni con los pañuelos y los batines de Lucious. Por no hablar de la ropa cómoda de Jamal (Jussie Smollett), las zapatillas combinadas de Hakeem (Bryshere Y. Gray) o los trajes del bipolar Andre (Trai Byers). Todo está en su sitio y nadie desentona, honey!