Con el lanzamiento simultáneo de su tercera colección de moda para Adidas y su nuevo álbum The Life Of Pablo, Kanye lo ha vuelto a conseguir; todos estamos hablando de él. No sabemos si has escuchado su disco todavía o no; a estas alturas puede que esto sea lo que menos importe.
Su figura trasciende desde hace tiempo los límites de la lógica, y cada uno de sus nuevos proyectos es un acontecimiento antes incluso de convertirse en realidad. Visionario, cretino, bufón, genio,…analizando su vida y obra, sobran adjetivos para definirle, y motivos para amarle u odiarle a partes iguales. Aquí tenéis cinco de los nuestros.
5. EGOCENTRISMO
Con My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010) y sobre todo, Yeezus (2013) se produjo su salto definitivo al averno de los genios. ¿A quién le importa que ya no produzca ni siquiera un tema o no escriba ni una sola de sus canciones? Exacto, a nadie. Hace tiempo que hemos asumido que nuestro Kanye está ya para otros menesteres, como por ejemplo, convertirse en uno de los mayores creadores del siglo XXI. Bueno al menos eso es lo que él se cree, y de tanto insistir vamos a tener que hacerle caso. «I’m a God» (Soy Dios) fue la manera en que quiso que supiéramos que su reino no es de este mundo. Unos se indignaron al escuchar un delirio de tal magnitud; los más listos de la clase percibieron la ligera influencia de Alejandro Jodorowsky en su discurso. Sí, ya sabemos que es probable que Kanye jamás haya llegado a entender todo lo que hay detrás de una de las más célebres máximas Jodorowskianas. Pero aún así, resulta imposible negar que la manera en que ha construido su ególatra y delirado personaje, tiene no pocos puntos en común con la teatralidad, el exceso y la parodia que lleva implícita la psicomagia. O eso, o es que es un completo y genial cretino. Hace poco, le vimos afirmar que era el Disney de nuestro tiempo, y pedir un billón de dólares a Mark Zuckerberg por Twitter para poder saldar sus supuestas deudas. ¿Genio, loco o simplemente se ríe de nosotros? No sabríamos deciros cuál de las tres opciones nos parece más estimulante.
4. KIM KARDASHIAN
Su matrimonio con la Kardashian fue algo así como juntar el hambre y necesidad. Con ella, Kanye encontró al fin la consorte que necesitaba su imperio. La reina de los realities americanos sustituyó en la corte a la pobre Amber Rose que en realidad, jamás llego a dar la talla al lado de tamaño personaje. Tan excesiva, excéntrica y adicta a la popularidad como su marido, Kim Kardashian ha terminado por estirar sus diez minutos de fama Warholianos hasta convertir su vida en un espectáculo retransmitido, literalmente, a todo el mundo. Cuando tu padrastro es un transexual, tu cuñado una estrella del baloncesto poli-toxicómana, y tu hermano un adicto a la comida y a los antidepresivos, sólo tienes dos opciones: ser la próxima heroína cinematográfica de Almodóvar o que Kanye West sea tu marido. Por suerte para todos, Kim escogió la segunda.
3. LA MIRADA ZOOLANDER
Kanye West ha llegado a ese momento en la vida de todo genio en la que no queda más remedio que transformarte en tu propia parodia. Está claro que su evolución de discreto pegasamples al servicio de Roc-A-Fella Records, a mogul del hip-hop, modisto, esposo, padre y mamarracho a tiempo completo no podía completarse sin una guinda a la altura de su personaje. Nadie recuerda el día en que Yeezy decidió no sonreír más a cámara, pero desde entonces su torva mirada ha terminado por convertirse en su más absurdo, y celebrado, estilema. Cuentan que una de sus principales exigencias durante los desfiles de sus colecciones es que los modelos mimeticen a la perfección su mirada, tan profunda y expresiva como la de una vaca. Sí, Derek Zoolander estaría orgulloso.
2. LAS YEEZY
Su paso por Nike fueron tan sólo las ligas menores. Con su salto a Adidas, Kanye ha conseguido por fin, hilar un discurso en el mundo de la moda coherente con su personaje y su música. De algún modo, parece empeñado en que escuchemos música que jamás sonará en la radio, nos pongamos ropa rota y raída, y nos gastemos 300 eurazos en los sneakers más feos creados por el hombre. Una obra consagrada a la provocación y al feísmo, que tiene en las Yeezy Boost 350 y las Yeezy 750 dos de sus máximos exponentes. No vamos a juzgarte por haberte reído de ellas primero, y que ahora estés esperando a que te llegue el par que has pedido por Aliexpres. Así es la vida, a nosotros tampoco nos han llegado todavía las nuestras.
1. 808s & HEARTBREAK
Para muchos, el mejor disco de su carrera. Sea exagerada o no esta afirmación, no hay duda de que estamos ante su álbum más definitorio e influyente. Con él, Yeezy rompía con su pasado dentro de los márgenes del hip-hop más ortodoxo, y reclamaba su espacio en el olimpo de las estrellas del Pop. Su uso del autotune, sus guiños al synth Pop y la electrónica, su forzada explotación de las emociones… Mucho de lo que escuchamos entonces, podemos verlo reflejado hoy en artistas como Travis Scott, Drake y tantos otros. Y es que sí, aunque parezca mentira Kanye es bastante más que un simple Charlot con ganas de entretenernos. También hace música, y hemos de reconocer que, gracias a su olfato, intuición e inteligencia, suele tocar las teclas adecuadas para conmovernos, enfadarnos o divertirnos. Puede que esa sea en realidad, la principal razón para amarle u odiarle. Tú eliges.