2. ADRIANA EVANS – «Love Is All Around» (1997)

Esta muchacha no tuvo que bautizarse con un nombre de intelectual para llegar con sus letras sinceras y su voz apabullante. De casta le viene al galgo…hija de una cantante de Jazz de su querida San Francisco, Evans toca la batería para ganarse la vida y contar a sus hijos lo que pudo ser y lamentablemente no fue. Son cosas que hacen que otras triunfen por su sombra de ojos y estas ‘genias’ se queden en la sombra.