La fiesta de la música británica, los BRITs, congregó la pasado noche (24 Feb.) en el O2 Arena de Londres (Reino Unido) a lo más granado del panorama internacional. Nadie quiso faltar a la cita, hasta Rihanna que se perdió los Grammy por ‘problemas de salud’; sería porque no iba a recibir ningún premio.

Dos horas y media de show, retransmitido en streaming vía YouTube, que tuvo en sus actuaciones -como casi siempre- lo mejor de la velada sin olvidar, claro está, las genuinas salidas de tono de Adele al recoger sus cuatro estatuillas. Ese ‘explicit content’ poco polite que dirían algunos ingleses.

Si todavía no has tenido ocasión de ver la gala, por el motivo que sea (nadie te juzga), te resumimos cronológica y rápidamente las mejores actuaciones incluyendo el tributo de Annie Lennox, el actor Gary Oldman y la cantante Lorde al gran David Bowie, quien falleció el pasado 10 de enero a consecuencia de un cáncer de hígado.

Aunque no quiso salir de fiesta por London City una vez concluida la ceremonia, algo raro en él, Justin Bieber ofreció una de sus mejores actuaciones -a nivel vocal sobre todo- en una entrega de premios. Fue el segundo en actuar -tras Coldplay, of course– conquistando a los presentes desde el primer acorde de guitarra de James Bay (un jefe en lo suyo), en la versión acústica de «Lose Yourself», a los bailes, con hoguera y la luna de fondo del smash hit «Sorry». Ah, y se llevó para su casa de L.A. el premio al Mejor Artista Internacional. Noche redonda.

Con la motivación extra de actuar ante su gente, la que fuera revelación musical del pasado año quiso aunar espectáculo, calidad y tres temas («Ain’t Got Far To Go»«Don’t Be So Hard On Yourself» «Hold My Hand») en tan sólo cuatro minutos…y lo consiguió. Nadie duda de la capacidad vocal en directo de la londinense, marcándose algún que otro baile coreografiado (aunque éste no sea uno de sus fuertes). Su rizadísimo pelo, natural pero con extensiones, fue el centro de las miradas durante su puesta en escena. Eso sí, se fue con las manos vacías (0 premios de 3 nominaciones). Otro año será.

Cuando los BRITs ya llevaban más de una hora, decidieron que había llegado el momento de poner sobre el tapete su mejor carta. Rihanna, de blanco impoluto con top y pantalón de flecos, subió la temperatura como sólo ella es capaz de hacerlo. No desafinó mucho, y eso es de aplaudir viniendo de RiRi. Contó con SZA de TDE para interpretar brevemente «Consideration», con el que también abre su nuevo disco ANTI, y dar paso a ese nuevo himno caribeño-twerking llamado «Work». Sí, Drake fue la gran sorpresa y hasta se marcó unos bailecitos. Ambos sí que supieron sacarle partido a la noche londinense… A estas horas todavía les debe durar la resaca.

Será que como se dice el público británico es algo frío o que alguno de los gallos que se le escaparon a The Weeknd durante su actuación enfrió a más de una/o. Le hemos visto mejores directo pero tampoco estuvo tan mal la puesta de largo sobre el escenario del canadiense. Quizá el hecho de acompañarse por una banda rockera de tres al cuarto, con batería, guitarra eléctrica y bajo, le quitó la magia a la versión de estudio de «The Hills». Lo que sí le recomendamos es un corte de pelo, que lo está pidiendo a gritos.

Poco más que añadir. Os dejamos que debatáis en vuestra casa si fue mejor éste homenaje o el de Lady Gaga en los Grammy. Al fin y al cabo, lo importante realmente es el legado de Sir. David Bowie (1947-2016). Descanse en paz Ziggy Stardust.