UMOmag: En «Musical Genocide» dices: «I do not agree, these is not for me, musical genocide». ¿Contra quién o qué te revelas?
GP: No soy muy crítico con la música pero existe en cierto modo una energía que se echa de menos en ella. Creo que a veces la música necesita más honestidad y un toque más personal, una música que hable de la familia, del alma… Como la música soul de los 70, que era muy inspiradora y edificante. El público busca de nuevo ese sonido, y si los artistas no componemos y cantamos ese tipo de música se trata en cierta forma de un ‘genocidio’.
UMOmag: ¿Querías ser jugador de fútbol americano o cantante de jazz? Dicen que el futuro es impredecible, ¿crees que se cumple esa premisa en tu caso?
GP: Por supuesto. Tuve una lesión jugando al fútbol americano y me reuní entonces con mis mentores George Lewis, Daniel Jackson y Kamau Kenyatta… Podría haber escogido un camino completamente diferente porque durante un tiempo también me dediqué al teatro y quizá habría seguido por ahí en vez de centrarme en mi carrera en el jazz. Pasan muchas cosas que a veces son coincidencias y marcan tu carrera y tu vida.
UMOmag: Háblanos de tu experiencia con los musicales, escribiendo (‘Nat King Cole and Me’) e interpretando obras (‘It Ain’t Nothin’ But The Blues’). ¿Dista mucho de tu actual carrera como solista?
GP: No, es otra expresión artística. Imagina que fuese un pintor; sería otra forma de liberar esas energías. Realmente trato de expresar la emoción humana.
UMOmag: Tras la vorágine de éxito cosechado en los últimos años, pensándolo fríamente y a diario, ¿el soul y el jazz continúan significando lo mismo para ti, o se ha incrementado la intensidad con la que vives ambos géneros?
GP: Creo que ambos géneros significan lo mismo para mí. No establezco una distinción a la hora de crear música. Pero tienes razón en lo que comentas: he recibido ciertos halagos por mezclar ambos géneros, aunque ya ha habido grandes maestros que lo han desde hecho hace tiempo. En cierto modo no hago nada nuevo, lo que ocurre es que hace tiempo que no se hacía.
UMOmag: Es un hecho que eres un jazz man del presente, pero, si te dieran a elegir, ¿a quién te traerías del pasado para acompañarte con su voz?
GP: Siempre he considerado a Donny Hathaway como cantante de jazz y soul. Me encantaría poder cantar con él. Pero si fuese un trío, lo formaría con Nat King Cole y Donny Hathaway… (Risas).
UMOmag: No es la primera vez que pasas por España, ya estuviste este verano en el «Heineken Jazzaldia», ¿tiene algo de especial el público español?
GP: Sí. El público español es muy especial, tiene mucha energía. Es de los mejores que he tenido. Ahora hemos actuado en Barcelona en una sala más pequeña y estaba repleta… La energía fue increíble. Me lo he pasado genial y la gente me pide que regrese, así que…
UMOmag: Y para finalizar, ¿hay por ahí alguna letra o canción que no puedas quitarte de la cabeza últimamente?
GP: De las canciones que he compuesto, siempre canto la de «No Love Dying», incluso sin darme cuenta. Creo que refleja un mensaje positivo, que el amor no muera. Suele estar constantemente en mi cabeza.
Traducción: Dirk Diggler