El artista portorriqueño, conocido también como «El Cangri» o «The Big Boss», es para la música urbana latina lo que Michael Jordan significa para el baloncesto, sin él no sería lo mismo. Daddy Yankee ya no es aquel joven latino que sorprendió al mundo y reventó, literalmente, las pistas de baile de medio planeta con su hit «Gasolina» en 2004. Consciente de que el «pasado» no se puede borrar y le perseguirá siempre, vuelve a los orígenes del reggaetón en su nueva producción Prestige (El Cartel/EMI Music). Un golpe sobre la mesa con el que quiere revindicar su posición como líder del movimiento urbano.

 

UMOmag.com: Quizá mucha gente en España no lo sepa pero llevas más de 15 años en la profesión, ¿qué  recuerdos te vienen a la cabeza cuando te digo No Mercy, tu primer disco, y DJ Playero?

Daddy Yankee: Con Playero…la «escuela», la base y el fundamento de nuestro movimiento. En lo que es el estilo de reggaetón, Playero es la raíz de todo el movimiento.

UMOmag: A pesar de los años, ¿crees que el reggaetón sigue siendo un género infravalorado fuera de Latinoamérica?

DY: Lo que te puedo decir es que cada vez que vamos a los conciertos  hablo de los míos, los números hablan por sí solos ¿me entiendes? Lo veo todo lleno, lo veo todo bien, y entiendo que los promotores están contentos porque si no no nos seguirían contratando, así que el género sigue haciendo sus números fuera de Estados Unidos y Latinoamérica.

UMOmag: Eres, junto a Wisin & Yandel y Don Omar, el artista latino más influyente que ha dado la música urbana latina en toda su historia. ¿Cómo se lleva el convivir con la fama, tener la posibilidad de trabajar con artistas internacionales de primer nivel o viajar por todo el mundo?

DY: Es un gran honor el haber sido nombrado como el «Artista más influyente», sin quitarle ningún mérito a los otros colegas porque están haciendo un trabajo excepcional, pero si te puedo decir que no es fácil lidiar con la fama, es algo a lo que uno se va acostumbrando con el paso del tiempo, a cómo establecer un balance entre la fama y la vida personal porque nuestro trabajo no es un trabajo «regular» al que tu vas, le das al punchador y ya terminaste, sino que para nosotros eso no existe son 24 horas al día lidiando con la fama.

UMOmag: Fuiste uno de los primeros artistas de reggaetón, sino el primero, en colaborar con gente americana como Will.i.am, Akon, Fergie o Nicole Scherzinger en tu álbum El Cartel: The Big Boss. Esas colaboraciones te han dado fama internacional pero, ¿han ayudado a expandir el reggaetón y que sea un género importante como el pop, rock o el hip-hop?

DY: Creo que le dio una percepción en el momento indicado  pero no es que nuestro género dependa de hacer esas colaboraciones, sino que yo las hice porque le iba a dar una cierta «picardía» al movimiento, pero lo que te puedo decir es que nuestros seguidores, que son millones a través de Internet, le prestan atención, pero más aún cuando se unen dos artistas del mismo género y hacen un hit. Cuando tu haces una colaboración, quizás con alguien que no es del género, otras personas que no son seguidores del mismo son las que le van a prestar mayor atención.

UMOmag: Posiblemente tu álbum más exitoso sea Barrio Fino, en el que se incluían hits como «Gasolina» y «Lo Que Paso, Pasó». Eso fue en 2004, y ahora estamos en 2012, ¿se te pasó por la cabeza en aquel entonces que llegarías a donde estás ahora? Todo lo que has conseguido.

DY: No, claro que no. Siempre fue parte de un sueño y gracias a Dios tengo la bendición de estar viviéndolo. Me dieron mucho más de lo que yo esperaba, me ha regalado Dios todopoderoso. Pero te puedo decir que sí, soy un trabajador, no es que esté todo el tiempo con una visión y no la ejecute, sino que la visión que tengo la pongo en acción y eso también cuenta, soy una persona de trabajo al 100%.

UMOmag: Bajo mi punto de vista hay tres discos que mejor definen la carrera de Daddy Yankee: Barrio Fino, Talento De Barrio y ahora con Prestige, donde se escucha a un artista versátil, agresivo cuando tiene que serlo y fiel al sonido urbano latino. ¿Compartes mi opinión? Entonces, ¿la incursión musical que hiciste en El Cartel: The Big Boss fue necesaria? Acercándote más a un sonido americano y perdiendo la identidad que te había caracterizado hasta ese momento.

DY: Al millón por ciento. Fue un disco que lancé a destiempo, es lo que siempre le digo a todo el mundo. El Cartel fue un álbum en el que mucha de esa música luego otra gente la tomó como referencia y funcionó. Y fue un termómetro para mí, para crear música, porque dije «a todas las cosas que sienta que puedan salir a destiempo no van a funcionar, como ‘Impacto'». «Impacto» fue un sencillo que funcionó después de un año y medio de lanzarlo, y se convirtió en un fenómeno la canción y yo dije «guau», de esos grandes ejemplos pues aprendí muchísimo, también a ser cuidadoso, a no dar todo el tiempo una visión musical nueva, tan actual.