DÍA 5 (28/07/13)
La clausura del «Heineken Jazzaldia» en la Plaza de la Trinidad estuvo liderada por dos mujeres asiáticas. En primer lugar la simpátiquísima Youn Sun Nah que demostró que su control de la voz es algo prodigioso. Con libertad y arrojo desplegó un repertorio en el que caben versiones de Nine Inch Nails, Tom Waits o temas propios como la magnífica «Lament».
La gente se volcó con ella y la jaleó con ganas, ella pareció disfrutar de su segunda aparición consecutiva en el festival de San Sebastián. También es verdad que a veces se recrea demasiado en el scat y abusa de las virguerías que es capaz de hacer con su voz, centrándose más en el lucimiento que en la interpretación.
Después fue el turno de Hiromi con su Trio Project. Difícil encontrar palabras para describir el espectáculo que regaló como concierto de despedida de la 48ª edición. Sublime y brillante cuando parecía querer incendiar las teclas de su piano en «Move», cuando añadía sonidos de un pequeño órgano electrónico en «Endeavor» o cuando sonaba tan delicada que casi se podía romper en «Place To Be». Lo suyo fue un derroche de colorido, espirales polirritmicas, control de intensidades y más brillo que una traca final de fuegos artificiales. La suite «Escapism», de tres movimientos, fue uno de los momentos más bellos de esta edición del Jazzaldia y sirve como catálogo de todo lo que esta espectacular pianista puede ofrecer.
Su despedida final con «Desire» fue un broche de oro a su actuación y a esta magnífica edición del «Heineken Jazzaldia». La gente se lo agradeció en pie, aplaudiendo rabiosamente y con sonrisas en la cara mientras pensaban, pensábamos, que ya queda menos para le edición 49 del «Heineken Jazzaldia».